miércoles, 25 de enero de 2012

Y vuelta a empezar

Tras un largo período de descanso (relativo, porque la abundancia de trabajo fue uno de los motivos que me impidió pasarme por aquí antes), aquí estoy de vuelta, con intención de manteneros al tanto de mis aventuras por estos lares. 

Novedades desde la última vez que escribí: recibimos el año en que se va a acabar el mundo (bien porque lo digan los mayas o porque nos quedamos sin Megaupload - aún no tengo superada esa pérdida), volví a Sheffield, pasé el día de Reyes trabajando en el cole, me convertí en repostera oficial y un par de viajecillos realizados o a punto de (el viernes vuelvo a Londres). 

En cuanto a mis aventuras, podría deciros que tengo intención de hacer entradas con algunas de ellas aunque sea con fechas anteriores a esta, pero para qué os voy a mentir, dudo que tenga tiempo en los próximos días para volver a pasarme y escribir algo en tiempo real, cuánto más cosas ya pasadas. 

Lo que puedo, es haceros un resumen rápido: mi viaje de vuelta fue poco menos que una odisea (ya se está haciendo costumbre). Pisé suelo de tres países diferentes en el mismo día, estuve en tres aeropuertos, cogí dos aviones, viaje de dos horas por carretera, en tren... Entre las anécdotas del día, el azafato que se lo pasaba bomba describiénndonos la foto de la Pantoja y Paquirrín en la portada de la revista Sálvame (de venta en ryanair, muy fuerte) y que nos pedía que le comprásemos boletos de la suerte y no lo evitásemos haciéndonos los dormidos, que se veía de sobra que teníamos dinero y por eso viajábamos con ellos. Los ronquidos de la de mi lado y la pesada que se levantó veinte veces a coger/poner/quitar/colocar... cosas en la maleta que tenía encima de mi cabeza, también pasarán al archivo correspondiente al día 2 de enero de 2012. 

Desde esa, tuve tiempo para ir dos veces al cine, de viaje a York, de visita a un cementerio, de montar en tranvía en Sheffield for the first time in my life, de comprarme dos cd's más para mi colección, de comer en un McDonald's en el que la papelera te daba las gracias por haber tirado allí tus restos (real como la vida misma, me llevé un susto de muerte cuando escuché que me hablaba) y de escuchar en el cole cosas tan grandiosas como estas: 

1) -¿Cuántos años tienes? - Tengo quince anos.
2) -¿Cuánto tiempo pasaste de vacaciones allí? - Pasé dos mesas.
3) -¿Qué debe tener un colegio para ser mixto? - ¡Baños!
4) Cuando sea mayor quiero entrar en la ley porque me parece muy interesante.

Bueno, y ahora me voy a dormir que mañana tengo que ir para el period 1.