sábado, 26 de noviembre de 2011

York


Cuando nos planteamos esta reunión previa a la Navidad, barajamos todo tipo de destinos: Oxford, Cambridge, Birmingham, Bath... pero al final decidimos tirar para el norte, montar el campamento base en Sheffield (dada su estratégica localización) y desplazarnos desde aquí a York, que tras quedar clasificada para la gran final con Leeds, resultó ganadora gracias a la insistencia de todos los que ya habían estado allí. Y la verdad es que tenían razón. 

Morimos de frío, eso es cierto. Esos kilómetros más al norte de Sheffield se notan mucho; pero valió la pena. 

Al llegar, nos fuimos directas a la entrada de la City Art Gallery, de donde salía el tour gratuito que organiza la asociación de voluntarios de York. Es en inglés, por si alguien estaba interesado en ir. El nuestro duró unas dos horas y media, pero está muy bien porque te enseñan muchas cosas y te cuentan otras curiosas, como la historia del joven Harry, que vio con sus propios ojos un desfile de soldados romanos sin piernas por lo que anteriormente había sido una calzada. 

Después del tour, tocó tomar algo calentito, para combatir aquellas temperaturas y un nuevo paseo, esta vez a nuestro ritmo, dejándonos guiar por nuestra intuición a la hora de decidir qué calle tomar. Estaban todas a tope de gente con esto del Christmas Shopping, que aquí se toman muy en serio. La verdad es que el ambiente invitaba a ello: un frío día del invierno inglés, próximo a Navidad, en un pueblo de calles estrechitas llenas de tiendas curiosas que invitan a hacerles una visita. También había un mercado que a mí me recordó un montón a las Ramblas: una calle ancha, con puestos a ambos lados y más personas que espacio. 



Para comer, fuimos a Nando's. Era la primera vez que iba y no será la última, porque la verdad es que la comida está súper rica, el pollo me supo ciertamente como el portugués, cuando lo hacen a la brasa. Me gustó hasta el ketchup que le eché a las patatas, que era este de Heinz que tiene una textura más parecida a la salsa de tomate que al ketchup normal y que hacía un montonazo que no tomaba. (En realidad, y aunque a algunos les sorprenda, aquí nunca tomo ketchup! Con eso de que no como en McDonald's, KFC, Burger King y sucedáneos salvo excepciones y que en los supermercados no venden lomo adobado o salchichas decentes a un precio razonable, nunca tomo ketchup).  

Por la tarde, tuvimos tiempo de visitar algunas tiendas de libros, para que Raquel y yo pudiésemos comenzar esa tradición que Paloma nos inculcó, de comprar un libro en cada ciudad que visitemos. A eso de las 4:30 - 5 se empezó a notar una disminución considerable en el número de personas que caminaban por la calle, coincidiendo con la salida de varios autobuses llenos de abuelitos que habían ido a York a asaltar los comercios en busca del regalo perfecto para sus nietos. 

Cuando ya se acercaba la hora de salida de nuestro tren, iniciamos la partida hacia la estación, para tener tiempo aún de beber algo calentito. La estación de York me gustó, me parece grande y diferente. 
De vuelta a Sheffield, paramos para comprar en el Sainsbury's, pero nos vinimos derechitas para casa, para estar a salvo del frío. 

Y después de cenar seguimos la conversación en mi cocina, dándole más uso del que nunca hasta ahora le había dado, me parece a mí. Esta vez, el tema principal fue "el futuro", sobre el que tanto tenemos que discutir. Un día completito, vaya.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Visitas

Hoy llegaron mis primeras visitas y eso hizo que esta semana haya estado muy ocupada, porque tuve que adquirir todo lo necesario para montar el campamento base, que luce así: 

Fue genial ir a la estación a esperarlas, un viernes a las cinco de la tarde, momento de máxima actividad de transportes en este país. Lo divertido es que en mi misma situación estaban tropemil personas: chicos, chicas, jóvenes, mayores... todo el mundo viendo hacia la escalera, que poco menos parecía una pasarela. Especialmente, cuando llegó el tren de Londres, que debía de estar de llenísimo, porque empezaron a aparecer masas de personas... 


Mientras esperaba, me dio tiempo de observar a la gente, que es algo que a mí me encanta. Y el motivo de mi inspección, esta vez, fue la forma de saludarse. La de los chicos, mucho menos afectiva que la nuestra: apretones de manos acompañados de palmadas en la espalda (no sé si me explico), ligeros abracillos y un "Good to see you man". Las mujeres en general, más cariñosas y nosotras en particular... creo recordar que empezamos a "gritar" mientras nos abrazábamos. No en plan quinceañera histérica, pero sí una interjección del tipo "¡Ahhh!" que resumía en una sola sílaba todo el tiempo que habíamos pasado sin vernos y la alegría de habernos vuelto a encontrar. 



Esta vez cumplimos nuestra promesa. Desde que el año pasado por esta época intuímos que este lo íbamos a pasar en UK las tres, dijimos que teníamos que buscar un pub en el que reunirnos periódicamente. Y aquí estamos, un viernes por la noche todas en Sheffield. 

Hoy tocó ruta por el centro, Division y West Street, con parada en el Frog&Parrot para cenar. Asistimos a un concierto en primera fila, el de una chica de la que me gustaba su pintalabios, justo el color que yo tanto busqué por Vigo. De todas formas, puede que el resultado en mí no fuese el mismo, porque ella era la típica inglesa rubita y yo... bueno, a mí ya me conocéis =) Gracias a ella, Paloma descubrió Common People, de la que hablé aquí con anterioridad, y de tanto hablar de ella desde entonces, pasará a formar parte de la banda sonora de este fin de semana.
De vuelta a casa, tuvimos tiempo para ponernos al día con nuestras vidas. Me encantan esos momentos: horas y horas de conversación en las que no consigues contar todo lo fundamental de los últimos meses, porque siempre quedan anécdotas atrás que sirven para crear nuevos hilos al día siguiente. ¿Cuántas veces diremos buenas noches antes de realmente callarnos y empezar a dormir?

Ahora vamos a dormir, que mañana madrugaremos para ir a York. 

domingo, 20 de noviembre de 2011

Sheffield Christmas Lights Switch-on


Ya es Navidad!!!! Para la tienda de los 99 pennies, John Lewis, Debenhams y demás áreas comerciales empezó a serlo justo el día después de Halloween, pero digamos que hoy fue la inauguración oficial. 

A las 5 de la tarde (o de la noche, según la concepción británica del tiempo) una ilustre invitada encendió las luces desde el escenario principal que montaron especialmente para la ocasión. Además, en el balcón del ayuntamiento estaban Papá Noel y un par de elfos (creo) haciendo lo propio. 

Pero la fiesta ya había empezado antes: desde la 1 de la tarde hubo conciertos, atracciones para los niños, mercado... y estaba el centro a topísimo de gente. Lo que más había eran carritos de bebé y eso hacía prácticamente imposible caminar, o quedarte parado en algún sitio, ¡porque siempre molestabas a alguien!

Yo llegué tarde, a eso de las 5 menos veinte, porque tuve muchas cosas que hacer antes, pero aún pude ver algún concierto y coger buen sitio delante del árbol grande. Éramos un grupo de unas diez personas y estábamos allí, todos emocionados esperando a que las luces se encendiesen, sacando fotos y grabando... 


Y ya lo último que me queda por hacer en esta entrada es desvelar la identidad de la persona encargada de encender las luces... alguien a quien no pensaba ver en directo en Sheffield, pero fíjate tú, lo que es la vida...

Aquí va su foto



Sí, señores, Mel C. La Spice deportista fue la celebridad encargada de pulsar el botoncito... ¿Quién me iba a decir a mí, que más de diez años después de comprar mis primeras Super Pops para tener el póster de las Spice Girls, iba a ver a una de ellas en directo? No sé cuánto pudo haber cobrado por esto, pero el trabajo no la mató, porque ni dio un concierto en condiciones. Cantó dos cancioncillas que no creo que el vulgo conociese y ¡hala! de vuelta para Londres.

Así que para que esta entrada de hoy tenga un toque musical más allá de la presencia de Mel C, cierro con el primer villancico que canté este año, en inglés y siguiendo la letra en las pantallas gigantes que había por la calle. Merry Christmas!



sábado, 19 de noviembre de 2011

Sábado

Hoy tuvimos un día soleadísimo aquí, así que para aprovecharlo un poco, volví a ir a Endcliffe Park. La verdad es que entre unas cosas y otras salí tardísimo de casa y con eso de que el sol se pone a las 16:03 (informaciones de la BBC), digamos que no aproveché las horas de máximo esplendor, pero aún así estuvo bien. Endcliffe Park está al final de una calle de tiendas y pubs que se llama Ecclessall Road, que no sé si es de estilo Victoriano, o Eduardiano o lo qué, pero no tiene edificios grandes, sino casitas particulares adosadas. Es como un barrio de ricos de antaño, supongo. A mí pasear por ella me da una sensación muy decimonónica. 


La verdad es que me costó salir de casa porque no sabía adónde ir. No tenía claro si prefería Endcliffe o Weston Park. Al final acabé decidiéndome por el primero porque está más lejos, y eso me iba a obligar a caminar (y caminando podía desagastar todo ese chocolate delicioso al que estoy tan enganchada). 
Endcliffe Park es un parque muy familiar. Va muchísima gente con sus niños, para los que incluso tienen montados unos hinchables. También hay un parque infantil, pero en comparación con Castrelos o el Castro, es caquita. Hay zona boscosa, un lago, una ruta para bicicletas... pero a mí lo que más me gusta es la zona de "prado". En donde está la cafetería, hay toda una extensión de césped que la gente utiliza para jugar al fútbol. ¡Incluso los Arctic Monkeys! A mí también me entran ganas cuando lo veo... 


Al volver, fui a The Bowery a tomar algo con mi compañera de piso. Ninguna de las dos habíamos estado antes, y la verdad es que el sitio mola. Tiene una estética muy indie, con cierto punto vintage pero con mucha ilustración y grafiti actual. Y hay un montón de fliers!!! :D De la música no puedo hablar porque hoy había conciertos, pero me lo puedo imaginar. La gente, súper indie. Es la primera vez desde que estoy en Sheffield que voy a un local con gente de ese estilo y me sorprende porque pensaba que aquí iban a ser todos así. La moda del lugar se puede describir como: pantalones pitillo, parkas, camisas tipo leñador, gorros, camisetas con print... ¡hasta las Converse tenían cabida! Y eso aquí es muy extraño, porque la mayoría de las chicas no las llevan; llevan botas tipo Ugg, botas normales o sandalias! 




Por cierto, para quien no lo sepa, The Bowery es el local del ex-Arctic Monkey Andy Nicholson y del batería Matt Helders. De ahí la foto, que es de una fiesta que dieron por un cumpleaños, por lo visto. Según parece, es fácil encontrárselos ahí y estos días además andan por Sheffield, pero nosotras no los vimos. 

Para que este post tenga algo de música, por eso de que es fin de semana, aquí va una canción de los Strokes (Barely Legal) que me encanta y que tal vez no sea de las más míticas. La pongo porque uno de los grupos que tocaban hoy en The Bowery tenía una canción que me recordaba un montón a esta:



Y de bonus track, otra canción de The Cults, a los que ya nombré anteriormente, y que tocaron en The Bowery poco antes de yo venirme.



Espero que hayáis tenido una feliz jornada de reflexión.

viernes, 18 de noviembre de 2011

University of Sheffield

Perdón por la tardanza. Debería haber actualizado hace mucho, pero tengo dos buenas excusas: trabajo y resfriado. 

Esta semana fue especialmente intensa en cuanto a preparar clases se refiere. Tuve que hacer cartitas de deportistas españoles y sus correspondientes deportes para el Spanish Club, preparar ejercicios sobre alcohol y drogas, sobre la familia, las nuevas tecnologías, una presentación sobre las diferencias entre los colegios españoles e ingleses... Recorté tantos recuadritos, que me hice una herida en el dedo, la marca de las tijeras. 

En cuanto al resfriado, no fue nada grave. Ni siquiera estoy segura de haber llegado a tener fiebre, aunque por momentos me daba la impresión de que mi cara ardía. Creo que el trance de tragar el ibuprofeno mereció la pena, after all.
Hoy volví a quedar con Will, un inglés de Newcastle que el año pasado fue auxiliar de conversación en Ponteareas y que seguramente el año que viene lo vuelva a ser en algún otro lugar de España. Me enseñó toda la University of Sheffield, que es para flipar en colores. Está en la parte alta de la ciudad, en la cima de una colina, y es enorme.

De entre los miles de edificios viejos y nuevos, bonitos y feos que tiene, hay que destacar tres cosas:


En medio del campus hay una iglesia muy antigua, que actualmente se utiliza como aula para clases numerosas. Sí, sí, habéis leído bien: AULA y para clases que no son de catequesis. En realidad esto no es más que la muestra de la concepción que aquí tienen de la iglesias, que no tiene nada que ver con España. Aquí las iglesias tienen cafetería, organizan mercados vintage y dan clases de bailes exóticos. Igualito que lo que se ve por ahí abajo.


El edificio de arquitectura, que debe de ser sino el más alto, el segundo de toda la ciudad, tiene un ascensor que no para nunca; esto es, es un cajón que sube y baja sin parar y al que tú tienes que saltar para entrar y para salir. Lo probamos por la gracia de que yo nunca había visto nada igual, pero la verdad es que me da bastante mal rollo. Es claustrofóbico, porque es super pequeño, pero además tienes muy poco tiempo para saltar. En el suelo, tienes unas lucecitas que, para avisarte de que es el momento de saltar, se ponen verdes, pero ni así. Por lo visto, al principio del curso el asunto va lento para que los nuevos se acostumbren y a medida que va avanzando el año, la velocidad aumenta. Si venís a visitarme tal vez os pueda llevar a verlo, pero me pensaré dos veces lo de montarme.



La Union. Esto ya no sé cómo describirlo. Creo que hay que verlo para creerlo. Aquí la universidad es como las iglesias, se concibe de forma diferente: vienes a ella a estudiar, pero también a desarrollar tus intereses, gustos y aficiones. Puede parecer que en España también es así, pero hasta donde yo sé, no tiene nada que ver. La Union es la asociación de estudiantes, y es algo tan sumamente importante, que tiene edificio propio. Y no es un edificio cualquiera, es un macroedificio donde hay cabida para un cine, dos o tres caferterías de verdad (no cantinas de tercera como en la Uvigo), sala de ordenadores, tienda de merchandising, supermercado, restaurantes... La taquilla para las entradas de cine, viajes, espectáculos varios no es una mesa en medio de un pasillo, es una taquilla de cine de verdad, bastante mejor que la de los cines Norte. Se supone que la Union es un lugar de reunión para los estudiantes, adonde vas no solo a encontrarte con tus amigos, sino también a disfrutar de tus aficiones. Porque esa es otra: tienen instalaciones, ofrecen eventos y además tienen las societies, que son como clubs de estudiantes, de cualquier cosa. Por lo visto, puedes crear una society de lo que te de la mismísima gana si consigues reunir a 15 personas y pagar una pequeña cuota al principio de curso. Después solo tienes que organizar actividades relacionadas con el tema que hayas escogido. En mi opinión, con este sistema es imposible que los estudiantes no formen parte del mundo universitario, porque siempre vas a tener algo que te interese... El cine, por ejemplo, es unas cinco libras más barato y tienes la opción de sugerir películas que quieres que se proyecten. 

En resumen, flipante. Aún no consigo entender cómo no se me metieron moscas en la boca con tantas veces como la abrí de asombro. 

domingo, 6 de noviembre de 2011

Música de la semana

No creeríais que el Ai se eu te pego iba a ser mi recomendación musical de la semana, ¿no? Bueno, en cierto modo, pasará a formar parte de la banda sonora de mi año en Sheffield... por su popularidad, digo, no porque yo la escuche realmente.    

Pero vamos a lo que nos importa. Cuando me vine para aquí, le prometí a mi hermana que cada semana le pondría alguna canción que estuviese escuchando, que hubiese descubierto, etcétera, para no perder esa costumbre que teníamos de yo cantar una canción un montón de veces y ella acabar aprendiéndosela y gustándole (véase Lights and Music, de Cut Copy o Santa María da Feira, de Devendra). Aquí van mis dos canciones de hoy: 

Second Chance, de Peter, Bjorn and John


Esta canción aparece en la banda sonora de El arte de pasar de todo, en la que actúan la sobrina de Julia Roberts y el niño Peter de Descubriendo Nunca Jamás; pero yo la conozco sobre todo por una nueva serie que estoy viendo, Two Broke Girls, que protagoniza la Norah de Nick y Norah's infinite playlist (no voy a dar el título en español, de horrible que me parece).

Peter, Bjorn y John son un grupo sueco formado por Peter, Bjorn y John (originales con el nombre) y que se dieron a conocer internacionalmente con su canción Young Folks, que todos conocéis:


You! Me! Dancing!, de Los Campesinos
El nombre puede confundir, pero Los Campesinos son galeses. En realidad esta canción ya la conocía en verano, pero me había olvidado de ella, y gracias a los vídeos relacionados de Youtube, en concreto los que salían al ver Second Chance, la recordé y vuelvo a escucharla.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Bonfire Night


La de cosas nuevas que aprendes cuando vives en un país extranjero. Yo no tenía ni idea de que esto existía, pero hoy en todo el Reino Unido se celebra la Bonfire Night (Noche de las Hogueras). No me quedó muy claro si fue día festivo o no, con eso de que aquí las tiendas abren siempre y más, pero en todo caso fue un día especial. 

Los que hayáis leído/visto V de Vendetta, sabréis de que va el asunto, pero como no era mi caso, yo tuve que echar mano de amigos expertos y, como no, de la Wikipedia. 


Resulta que el 5 de noviembre de 1605 un grupo de católicos liderados por Guy Fawkes (el Bonfire Night también se conoce como Noche de Guy Fawkes) intentó volar el Palacio de Westminster (sede del Parlamento) en Londres. Para celebrar la salvación de su rey, Jacobo I, los londinenses lanzaron fuegos artificiales por toda la ciudad.

El "pobre" Guy Fawkes se debe de retorcer en su tumba cada 5 de noviembre, porque ya no solo es que no pudiera cumplir su cometido y que cuatro siglos después se siga celebrando anualmente su fracaso, sino que además este se celebra con pólvora, que era lo que él iba a utilizar para acabar con el rey.

Existen rimas, incluso, que recuerdan este día: 

Don't you Remember,
The Fifth of November,
'Twas Gunpowder Treason Day,
I let off my gun,
And made'em all run.
And Stole all their Bonfire away.

(¿No recuerdas el cinco de noviembre? Era el día de la traición de la Pólvora. Yo disparé mi pistola, y los hice salir corriendo a todos y les robé toda su pólvora). 


En cuanto a la celebración a día de hoy, ves fuegos artificiales por todos lados. La gente los lanza en sus casas, los pubs organizan veladas especiales ¡y creo que hasta pueden cerrar más tarde! Nosotros, en concreto, fuimos a un pub que está al otro lado de la ciudad, en donde yo nunca había estado, que organizaban una barbacoa y lanzaban fuegos también. Después, estuvimos en un pub que se llama The Washington, bailando swing y música de los años 40-50. 


Por la tarde, antes de marchar, tuve sesión de cine, que con el día tan triste y oscuro que estaba, me apetecía ver una peli en casa, calentita . Vi Chocolat y claro, no lo pude evitar, comí chocolate.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Ai se eu te pego

Aunque esta entrada vaya con fecha del viernes, en realidad la estoy escribiendo el sábado, porque ayer llegué demasiado tarde como para ponerme a escribir. Digamos que tuvimos noche de chicas (aunque hubiese un chico entre nosotras) porque la podemos resumir así: pizza + película + chocolate caliente + juego de bailar de la Wii. 

La película era una comedia romántica de bodas, The Wedding Date, perteneciente a la colección de cine romántico de la dueña de la casa. El argumento simple y común, pero las localizaciones... Londres y la campiña inglesa, nada mejor para la ocasión. 

A lo de la Wii no jugué básicamente porque estaba tan cansada que pensar en levantarme de aquel sofá hacía que el cuerpo me doliese más aún, pero la próxima semana en principio repetimos y tengo a Blondie con Heart of Glass y The Caesars con Jerk it Out esperando por mí :) 

Con respecto a la colección de cine de Claire, ya que estamos, voy a comentar brevemente algunas de las cintas: 


1. Dirty Dancing (la original): Un clásico que solo vi entero por primera vez el año pasado, con una banda sonora que engancha y un argumento sin complicaciones, pero es de esas películas que te gusta ver de vez en cuando.

2. El Diario de Noah: Lo siento, pero yo esta película no la trago. No la vi entera (me falta parte del principio), pero tampoco tengo intención de verla otra vez. Sé que a todo el mundo le encanta, le parece preciosa y les hace llorar, pero yo no me cuento entre ellas. 

3. 50 primeras citas: Esta es mortal. La vi hace un par de años y recuerdo haber llorado de la risa con el hermano zarabeto y ciertos momentos. No es una película trascendental, ni mucho menos, pero maravillosa para pasar un rato divertido.

4. The Holiday: Ambientada en los Ángeles e Inglaterra, es la mítica película para ver en Navidad. Jude Law cunde bastante, pero la nieve y ese ambiente navideño inglés que a mí me encanta molan más. 


Bien, hasta aquí la crónica de mi noche de viernes, pero el título de esta entrada no tiene nada que ver con ello. Aunque esté lejos de Vigo y bastante descolgada de algunas cosas, me sigo enterando de otras. Gracias a los estados de Facebook, supe que esa canción brasileira está de moda ahí abajo y que, según me contó Youtube, gran parte de la culpa deben de tenerla Marcelo y Cristiano Ronaldo, que se arrancaron a bailarla después de haber marcado un gol. Por cierto que al primero se le nota la sangre brasileira que corre por sus venas, porque hace la coreografía mucho mejor que CR. De verdad, no sé que tiene esa gente en el cuerpo, pero les es tan fácil moverlo... Aún me acuerdo de cuando estaba en Porto, una brasileira que conocí, que un día hablando en medio de la calle, sin más, dijo que echaba de menos poder ir a bailar samba a los sitios, y así, con toda la facilidad del mundo, se arrancó allí unos pasos que a mí me hubiesen supuesto un esfuerzo grandísimo.


Y ya que estamos hablando de música brasileira, voy a aprovechar para daros a conocer (o recordaros, los que ya me la hayáis escuchado cantar) una canción que me recuerda infinitamente a mi Erasmus en Porto, porque fue ese año cuando la conocí, porque la escuchábamos siempre que íbamos al Feup Café y porque se la cantábamos a Ana Júlia a todas horas. Parece mentira, pero de esto hace ya tres años. 
 
 

jueves, 3 de noviembre de 2011

Frases divertidas

...Y ya estamos a jueves. ¡Es una locura cómo pasan de rápido las semanas! Esta fue bastante entretenida, con trabajo, pero también con tiempo para irme de paseo o celebrar cumpleaños. En el cole muy bien también: tuve días de no parar, pero todo el tiempo que invertí en hacer los ejercicios mereció la pena. Digamos que los niños ya pasaron la fase de "me da vergüenza hablar con la nueva" y ya empiezan a contarme cosas o a preguntarme si para mí también fue difícil estudiar inglés (se sienten reconfortados cuando les digo que sí).  

Pero de lo que quiero hablar hoy es de frases graciosas:


La primera de ellas, es de esta misma mañana, de una clase que tuve con el Year 11 (15 años). Estaban haciendo en grupos de tres un ejercicio que les había mandado su profesor sobre descripción de ciudades (¿cómo es tu ciudad?, ¿qué hay en tu ciudad?, ¿qué es lo mejor y lo peor de tu ciudad?), pero en realidad no tenían que describir el lugar donde viven sino el que aparecía en unas fotos que les habían repartido. A uno de los grupos, todos chicos, le tocó una foto de las favelas de Río y así fue como empezaron su redacción: "Vivo en un barrio de chabolas de Río de Janeiro. En mi opinión, es muy similar a Liverpool porque hay muchas contaminadas". Obviando el "muchas contaminadas" que a los pobres la distinción entre sustantivos y adjetivos los trae por el camino de la amargura, cuando pasé por su mesa y lo leí empecé a reírme como una idiota. Me pareció súper divertido, entrañable y una muestra de gran imaginación. Lo esperable hubiese sido que dijesen "En mi opinión hay mucha contaminación", pero nunca hubiese pensado que iban a hacer una comparación con Liverpool. ¡Qué grandes!



Las que vienen ahora no son frases que pertenezcan a redacciones del cole, sino que me las dijeron personas inglesas cuando se enteraron de que era española. Es esa típica situación en la que conoces a alguien y cuando te dice que es extranjero, empiezas a recitarle todas las palabras que sabes en su lengua. Las típicas son "hola", "adiós" y "muchas gracias" o sus variantes pragmáticas "eres muy guapa" y "¿quieres salir conmigo?", pero también te puedes encontrar casos como estos:


Jueves por la noche en pub muy tradicional al que en España llamaríamos "bar de viejos". El camarero nos ve entrar y cuando vamos a pedir se da cuenta de que somos españoles. Después de  contarnos (en inglés) que había estado trabajando en Mallorca hace mil millones de años... ¿qué nos dice? ¿Hola? ¿Qué tal? ¡No! Nos suelta: "Dos cubalibres por favor". Y ese no fue el único momento. Tiempo después, contándoles a sus amigos que éramos españoles, en medio de nuestra conversación escuchamos: "Dos cubalibres por favor".

Pero tal vez la más original de todas las frases que los ingleses me han dicho hasta ahora sea la de uno de los muchos profesores de gimnasia que hay en el colegio. Sus conocimientos de español se reducen a: "Hola, ¿qué tal estás? No tengo dinero, mi amigo pagará por mí". A eso se le llama inteligencia y lo demás son tonterías.