viernes, 4 de noviembre de 2011

Ai se eu te pego

Aunque esta entrada vaya con fecha del viernes, en realidad la estoy escribiendo el sábado, porque ayer llegué demasiado tarde como para ponerme a escribir. Digamos que tuvimos noche de chicas (aunque hubiese un chico entre nosotras) porque la podemos resumir así: pizza + película + chocolate caliente + juego de bailar de la Wii. 

La película era una comedia romántica de bodas, The Wedding Date, perteneciente a la colección de cine romántico de la dueña de la casa. El argumento simple y común, pero las localizaciones... Londres y la campiña inglesa, nada mejor para la ocasión. 

A lo de la Wii no jugué básicamente porque estaba tan cansada que pensar en levantarme de aquel sofá hacía que el cuerpo me doliese más aún, pero la próxima semana en principio repetimos y tengo a Blondie con Heart of Glass y The Caesars con Jerk it Out esperando por mí :) 

Con respecto a la colección de cine de Claire, ya que estamos, voy a comentar brevemente algunas de las cintas: 


1. Dirty Dancing (la original): Un clásico que solo vi entero por primera vez el año pasado, con una banda sonora que engancha y un argumento sin complicaciones, pero es de esas películas que te gusta ver de vez en cuando.

2. El Diario de Noah: Lo siento, pero yo esta película no la trago. No la vi entera (me falta parte del principio), pero tampoco tengo intención de verla otra vez. Sé que a todo el mundo le encanta, le parece preciosa y les hace llorar, pero yo no me cuento entre ellas. 

3. 50 primeras citas: Esta es mortal. La vi hace un par de años y recuerdo haber llorado de la risa con el hermano zarabeto y ciertos momentos. No es una película trascendental, ni mucho menos, pero maravillosa para pasar un rato divertido.

4. The Holiday: Ambientada en los Ángeles e Inglaterra, es la mítica película para ver en Navidad. Jude Law cunde bastante, pero la nieve y ese ambiente navideño inglés que a mí me encanta molan más. 


Bien, hasta aquí la crónica de mi noche de viernes, pero el título de esta entrada no tiene nada que ver con ello. Aunque esté lejos de Vigo y bastante descolgada de algunas cosas, me sigo enterando de otras. Gracias a los estados de Facebook, supe que esa canción brasileira está de moda ahí abajo y que, según me contó Youtube, gran parte de la culpa deben de tenerla Marcelo y Cristiano Ronaldo, que se arrancaron a bailarla después de haber marcado un gol. Por cierto que al primero se le nota la sangre brasileira que corre por sus venas, porque hace la coreografía mucho mejor que CR. De verdad, no sé que tiene esa gente en el cuerpo, pero les es tan fácil moverlo... Aún me acuerdo de cuando estaba en Porto, una brasileira que conocí, que un día hablando en medio de la calle, sin más, dijo que echaba de menos poder ir a bailar samba a los sitios, y así, con toda la facilidad del mundo, se arrancó allí unos pasos que a mí me hubiesen supuesto un esfuerzo grandísimo.


Y ya que estamos hablando de música brasileira, voy a aprovechar para daros a conocer (o recordaros, los que ya me la hayáis escuchado cantar) una canción que me recuerda infinitamente a mi Erasmus en Porto, porque fue ese año cuando la conocí, porque la escuchábamos siempre que íbamos al Feup Café y porque se la cantábamos a Ana Júlia a todas horas. Parece mentira, pero de esto hace ya tres años. 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario