domingo, 8 de abril de 2012

Sheffield. Part III

Nota: Si la entrada anterior está en blanco no es porque me haya equivocado, sino porque intencionadamente quería que fuese así, para reflejar mi ausencia de estos meses ;) 

Pues nada, aquí estoy otra vez en Sheffield: Steel City, tras esa semanita en Vigo que se hizo corta pero necesaria (¡qué raro es ir a casa de vacaciones!). Hoy da comienzo la tercera parte de mi primera etapa por estos lares. Porque sí, señores, me quedo otro año más. 

Vengo cargada de buenos propósitos e intenciones, como en Año Nuevo, que la mayor parte de las veces no tengo tiempo de cumplir. Y esto me lleva a justificar mi ausencia de los últimos meses. Juro que no tuve un segundo libre y los que tuve, los dediqué a contemplar las musarañas y descansar... sobre todo descansar, porque marzo acabó conmigo. Fue genial porque hice un montón de cosas: irme de viaje a Andalucía con el colegio (una experiencia de la que tal vez algún día hable aquí), celebrar mi cumpleaños (con visitas incluidas), despedir esas visitas y recibir más a los dos días y mantenerme (más o menos) al día en mis dos trabajos y mi curso de inglés. ¿Interesante, isn't it? Pero si la Semana Santa llega a caer en abril este año... ¡uy! si la Semana Santa hubiese sido en abril... no hubiese sobrevivido. Puede que me esté haciendo vieja (el cuarto de siglo anda cerca) y ya no resista un ritmo de vida tan acelerado, pero estoy segura de que si en vez de trabajar en un colegio con niños que requieren toda tu atención y energía estuviese de Erasmus o simplemente estudiando en la Universidad lo llevaría mejor (siempre habría alguna clase que se pudiera saltar o noches de trabajo intensivo para hacer todo el trabajo atrasado, apañitos de estudiante, al fin y al cabo). 

Lo mejor de todo es que después de tanta actividad, aún me quedaba un último y arduo trance para llegar a Vigo y empezar a disfrutar de las vacaciones. Un tremendo viaje de más de 12 horas que implicó salir del colegio una hora antes para coger un autobús a Sheffield coger la maleta y de nuevo autobús a la estación; tren a Meadowhall para coger el bus de 4 horas a Londres, bus otra vez al aeropuerto, noche en vela allí, vuelo al maravilloso aeropuerto de Lavacolla (es irónico, odio ese aeropuerto cada día un poco más), autobús a la estación, tren a Vigo y Vitrasa hasta casa. Evidentemente, cuando después de comer me tumbé en el sofá para descansar un poco "pero no voy a dormir, ¿eh?", caí planchada durante las siguientes cuatro horas, y eso me permitió disfrutar de la noche viguesa un ratito. 

Pero ya está. Marzo finiquitado, abril con pocos planes en perspectiva y mayo a las puertas. Por cierto que fue genial que me coincidiese de estar en Vigo por la Reconquista, porque el ambiente en la calle era estupendo y pude ver a mucha gente que no esperaba encontrarme. 

Pues nada, que ya estoy de vuelta.

   

miércoles, 1 de febrero de 2012

Febrero ya!


Hoy sería una ocasión estupenda para contaros con detalle cómo me fueron estos últimos días, de no ser porque tengo un trancazo importante que sólo permite a mis ojos abrirse en un 30% del total. Pero aún así, este catarro es más interesante, porque fue contraído este fin de semana en Londres. Sí señores, esta es la principal consecuencia de esperar al frío para ver el cambio de guardia en Buckingham Palace (nunca lo había visto antes), de congelarte al salir del tren porque dentro ibas pegada a la calefacción, de no quitarte el abrigo al entrar en alguna tienda porque solo es un momentito, etcétera etcétera etcétera.

Pero dedicándonos a otros menesteres, hoy fue un día normalito, exceptuando que antes de las 7 de la mañana estaba camino de la estación para despedir a mi visita de estos días, que a estas horas ya está sana y salva en Vigo. 


Mañana no habrá nadie que se despierte para desayunar conmigo ni nadie que me despida en la puerta cuando me marche para el cole, como en los viejos tiempos. Una visita más que recibo de muchas otras que tendrán que venir (y repetir). Gracias por todo, Jessica Fletcher (también por esas libras que encontré en mi mesa "to the laundry", que no deberían haber quedado ahí); vuelve cuando el Sergas te permita coger más vacaciones :P

Y ahora, aunque sea poco menos que irse con las gallinas, me voy a dormir, que es lo que mi cabeza congestionada y mis ojos semi abiertos piden a gritos. Buenas noches a todos.  

miércoles, 25 de enero de 2012

Y vuelta a empezar

Tras un largo período de descanso (relativo, porque la abundancia de trabajo fue uno de los motivos que me impidió pasarme por aquí antes), aquí estoy de vuelta, con intención de manteneros al tanto de mis aventuras por estos lares. 

Novedades desde la última vez que escribí: recibimos el año en que se va a acabar el mundo (bien porque lo digan los mayas o porque nos quedamos sin Megaupload - aún no tengo superada esa pérdida), volví a Sheffield, pasé el día de Reyes trabajando en el cole, me convertí en repostera oficial y un par de viajecillos realizados o a punto de (el viernes vuelvo a Londres). 

En cuanto a mis aventuras, podría deciros que tengo intención de hacer entradas con algunas de ellas aunque sea con fechas anteriores a esta, pero para qué os voy a mentir, dudo que tenga tiempo en los próximos días para volver a pasarme y escribir algo en tiempo real, cuánto más cosas ya pasadas. 

Lo que puedo, es haceros un resumen rápido: mi viaje de vuelta fue poco menos que una odisea (ya se está haciendo costumbre). Pisé suelo de tres países diferentes en el mismo día, estuve en tres aeropuertos, cogí dos aviones, viaje de dos horas por carretera, en tren... Entre las anécdotas del día, el azafato que se lo pasaba bomba describiénndonos la foto de la Pantoja y Paquirrín en la portada de la revista Sálvame (de venta en ryanair, muy fuerte) y que nos pedía que le comprásemos boletos de la suerte y no lo evitásemos haciéndonos los dormidos, que se veía de sobra que teníamos dinero y por eso viajábamos con ellos. Los ronquidos de la de mi lado y la pesada que se levantó veinte veces a coger/poner/quitar/colocar... cosas en la maleta que tenía encima de mi cabeza, también pasarán al archivo correspondiente al día 2 de enero de 2012. 

Desde esa, tuve tiempo para ir dos veces al cine, de viaje a York, de visita a un cementerio, de montar en tranvía en Sheffield for the first time in my life, de comprarme dos cd's más para mi colección, de comer en un McDonald's en el que la papelera te daba las gracias por haber tirado allí tus restos (real como la vida misma, me llevé un susto de muerte cuando escuché que me hablaba) y de escuchar en el cole cosas tan grandiosas como estas: 

1) -¿Cuántos años tienes? - Tengo quince anos.
2) -¿Cuánto tiempo pasaste de vacaciones allí? - Pasé dos mesas.
3) -¿Qué debe tener un colegio para ser mixto? - ¡Baños!
4) Cuando sea mayor quiero entrar en la ley porque me parece muy interesante.

Bueno, y ahora me voy a dormir que mañana tengo que ir para el period 1.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Christmas Day


Aunque haya vuelto a casa por Navidad, como el turrón, sigo con mi intención de acercar la vida y costumbres inglesas a todo aquel que me siga. [Nótese que si este blog fuese dirigido a ingleses y no a españoles, tendría que explicarles eso de "volver a casa por Navidad, como el turrón", porque ni tienen turrón (muchos de ellos ni saben qué es -comprobado en el colegio), ni, por supuesto, anuncio de El Almendro]. 


Pero lo que nos concierne hoy es el día de Navidad. ¿Cómo celebran los ingleses el día de Navidad? 

En esencia, igual que en España: por la mañana abren los regalos que les dejó el Father Christmas (lo llaman así más que Santa Claus, por lo menos los niños en el colegio) y las familias se reúnen para comer en abundancia. ¿Qué hay de especial, pues? 

El mensaje de la Reina. Nosotros escuchamos al Rey el 24 a las nueve de la noche, pero la señora Elizabeth Alexandra Mary (pregunta de quiz -¿cuáles son los otros dos nombres de la monarca actual?) se dirige a los ingleses el día 25 a las tres de la tarde. 


Christmas crackers. Esto es tipiquísimo allá, pero en España no hay equivalente ni parecido. Los christmas crackers son unos tubillos de cartón con forma de caramelo que se ponen sobre la mesa en la comida de Navidad (también se utilizan en comidas navideñas sin necesidad de ser la del día 25). El asunto es que dos personas tienen que tirar por cada uno de los extremos del cracker y cuando este explote (como las pistolas de martinicas tan populares cuando yo era pequeña), la persona que se quede con la parte grande del tubo se adueña también del contenido de este. Es muy divertido. 

Se me va a acabar la batería del ordenador y me tengo que ir a dormir, así que nada más. Espero que hayáis tenido un día de Navidad los más agradable posible y que os hayan gustado todos vuestros regalos. XX

sábado, 24 de diciembre de 2011

Christmas Eve


Christmas Eve, o lo que es lo mismo, Nochebuena. Hoy es ese día del año en que los niños están histéricos, los padres estresados, todo el mundo hace y recibe llamadas de teléfono para desear Feliz Navidad y el rey aparece por la tele en sus 10 minutos de gloria anuales. Antiguamente, el protagonismo televisivo estaba repartido entre el mencionado y Rafael, pero creo que ya no. 



Sé que hay mucha gente que lo único que quiere es que estos días pasen pronto, que sea ya 8 de enero, empiecen las clases, se apaguen las luces de Navidad y que nuestros esfuerzos se centren en administrarnos bien para superar ese mes que parece no tener fin. También sé que es más fácil apreciar el encanto de la Navidad cuando eres niño o estás rodeado de ellos y que tal vez sea la época más hipócrita del año, pero para mí siguen siendo especiales. Me encanta que las calles estén iluminadas, hace que nos olvidemos de que se hace de noche más pronto que en cualquier otra fecha. Me fascina la idea de sofá-manta-bebida caliente-película de Navidad mientras fuera está nevando (mi imaginario está muy influido por el cine navideño inglés, con su blanca Navidad). Y también me gusta recorrer tiendas y tiendas en busca de los regalos perfectos, siempre que sean para gente a la que realmente quiero regalar y no meros compromisos. Así que, aquí queda, mi manifiesto en favor de la Navidad.

Y para rematar la jugada, os dejo con un villancico alternativo, de esos molones del estilo Last Christmas, aunque menos explotado.


Por últimísimo, desearos de corazón una feliz Nochebuena y día de Navidad, que no son tan malos si pensáis en lo bueno que tienen estas fechas. Supongo y espero que os hayáis portado bien para que Papá Noel os deje regalos esta noche. Yo he de confesar que la presión de ese momento siempre me hizo rebelarme y, aún sin quererlo, mi comportamiento en los días previos no respondía a lo esperable. 
Feliz Navidad

sábado, 26 de noviembre de 2011

York


Cuando nos planteamos esta reunión previa a la Navidad, barajamos todo tipo de destinos: Oxford, Cambridge, Birmingham, Bath... pero al final decidimos tirar para el norte, montar el campamento base en Sheffield (dada su estratégica localización) y desplazarnos desde aquí a York, que tras quedar clasificada para la gran final con Leeds, resultó ganadora gracias a la insistencia de todos los que ya habían estado allí. Y la verdad es que tenían razón. 

Morimos de frío, eso es cierto. Esos kilómetros más al norte de Sheffield se notan mucho; pero valió la pena. 

Al llegar, nos fuimos directas a la entrada de la City Art Gallery, de donde salía el tour gratuito que organiza la asociación de voluntarios de York. Es en inglés, por si alguien estaba interesado en ir. El nuestro duró unas dos horas y media, pero está muy bien porque te enseñan muchas cosas y te cuentan otras curiosas, como la historia del joven Harry, que vio con sus propios ojos un desfile de soldados romanos sin piernas por lo que anteriormente había sido una calzada. 

Después del tour, tocó tomar algo calentito, para combatir aquellas temperaturas y un nuevo paseo, esta vez a nuestro ritmo, dejándonos guiar por nuestra intuición a la hora de decidir qué calle tomar. Estaban todas a tope de gente con esto del Christmas Shopping, que aquí se toman muy en serio. La verdad es que el ambiente invitaba a ello: un frío día del invierno inglés, próximo a Navidad, en un pueblo de calles estrechitas llenas de tiendas curiosas que invitan a hacerles una visita. También había un mercado que a mí me recordó un montón a las Ramblas: una calle ancha, con puestos a ambos lados y más personas que espacio. 



Para comer, fuimos a Nando's. Era la primera vez que iba y no será la última, porque la verdad es que la comida está súper rica, el pollo me supo ciertamente como el portugués, cuando lo hacen a la brasa. Me gustó hasta el ketchup que le eché a las patatas, que era este de Heinz que tiene una textura más parecida a la salsa de tomate que al ketchup normal y que hacía un montonazo que no tomaba. (En realidad, y aunque a algunos les sorprenda, aquí nunca tomo ketchup! Con eso de que no como en McDonald's, KFC, Burger King y sucedáneos salvo excepciones y que en los supermercados no venden lomo adobado o salchichas decentes a un precio razonable, nunca tomo ketchup).  

Por la tarde, tuvimos tiempo de visitar algunas tiendas de libros, para que Raquel y yo pudiésemos comenzar esa tradición que Paloma nos inculcó, de comprar un libro en cada ciudad que visitemos. A eso de las 4:30 - 5 se empezó a notar una disminución considerable en el número de personas que caminaban por la calle, coincidiendo con la salida de varios autobuses llenos de abuelitos que habían ido a York a asaltar los comercios en busca del regalo perfecto para sus nietos. 

Cuando ya se acercaba la hora de salida de nuestro tren, iniciamos la partida hacia la estación, para tener tiempo aún de beber algo calentito. La estación de York me gustó, me parece grande y diferente. 
De vuelta a Sheffield, paramos para comprar en el Sainsbury's, pero nos vinimos derechitas para casa, para estar a salvo del frío. 

Y después de cenar seguimos la conversación en mi cocina, dándole más uso del que nunca hasta ahora le había dado, me parece a mí. Esta vez, el tema principal fue "el futuro", sobre el que tanto tenemos que discutir. Un día completito, vaya.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Visitas

Hoy llegaron mis primeras visitas y eso hizo que esta semana haya estado muy ocupada, porque tuve que adquirir todo lo necesario para montar el campamento base, que luce así: 

Fue genial ir a la estación a esperarlas, un viernes a las cinco de la tarde, momento de máxima actividad de transportes en este país. Lo divertido es que en mi misma situación estaban tropemil personas: chicos, chicas, jóvenes, mayores... todo el mundo viendo hacia la escalera, que poco menos parecía una pasarela. Especialmente, cuando llegó el tren de Londres, que debía de estar de llenísimo, porque empezaron a aparecer masas de personas... 


Mientras esperaba, me dio tiempo de observar a la gente, que es algo que a mí me encanta. Y el motivo de mi inspección, esta vez, fue la forma de saludarse. La de los chicos, mucho menos afectiva que la nuestra: apretones de manos acompañados de palmadas en la espalda (no sé si me explico), ligeros abracillos y un "Good to see you man". Las mujeres en general, más cariñosas y nosotras en particular... creo recordar que empezamos a "gritar" mientras nos abrazábamos. No en plan quinceañera histérica, pero sí una interjección del tipo "¡Ahhh!" que resumía en una sola sílaba todo el tiempo que habíamos pasado sin vernos y la alegría de habernos vuelto a encontrar. 



Esta vez cumplimos nuestra promesa. Desde que el año pasado por esta época intuímos que este lo íbamos a pasar en UK las tres, dijimos que teníamos que buscar un pub en el que reunirnos periódicamente. Y aquí estamos, un viernes por la noche todas en Sheffield. 

Hoy tocó ruta por el centro, Division y West Street, con parada en el Frog&Parrot para cenar. Asistimos a un concierto en primera fila, el de una chica de la que me gustaba su pintalabios, justo el color que yo tanto busqué por Vigo. De todas formas, puede que el resultado en mí no fuese el mismo, porque ella era la típica inglesa rubita y yo... bueno, a mí ya me conocéis =) Gracias a ella, Paloma descubrió Common People, de la que hablé aquí con anterioridad, y de tanto hablar de ella desde entonces, pasará a formar parte de la banda sonora de este fin de semana.
De vuelta a casa, tuvimos tiempo para ponernos al día con nuestras vidas. Me encantan esos momentos: horas y horas de conversación en las que no consigues contar todo lo fundamental de los últimos meses, porque siempre quedan anécdotas atrás que sirven para crear nuevos hilos al día siguiente. ¿Cuántas veces diremos buenas noches antes de realmente callarnos y empezar a dormir?

Ahora vamos a dormir, que mañana madrugaremos para ir a York. 

domingo, 20 de noviembre de 2011

Sheffield Christmas Lights Switch-on


Ya es Navidad!!!! Para la tienda de los 99 pennies, John Lewis, Debenhams y demás áreas comerciales empezó a serlo justo el día después de Halloween, pero digamos que hoy fue la inauguración oficial. 

A las 5 de la tarde (o de la noche, según la concepción británica del tiempo) una ilustre invitada encendió las luces desde el escenario principal que montaron especialmente para la ocasión. Además, en el balcón del ayuntamiento estaban Papá Noel y un par de elfos (creo) haciendo lo propio. 

Pero la fiesta ya había empezado antes: desde la 1 de la tarde hubo conciertos, atracciones para los niños, mercado... y estaba el centro a topísimo de gente. Lo que más había eran carritos de bebé y eso hacía prácticamente imposible caminar, o quedarte parado en algún sitio, ¡porque siempre molestabas a alguien!

Yo llegué tarde, a eso de las 5 menos veinte, porque tuve muchas cosas que hacer antes, pero aún pude ver algún concierto y coger buen sitio delante del árbol grande. Éramos un grupo de unas diez personas y estábamos allí, todos emocionados esperando a que las luces se encendiesen, sacando fotos y grabando... 


Y ya lo último que me queda por hacer en esta entrada es desvelar la identidad de la persona encargada de encender las luces... alguien a quien no pensaba ver en directo en Sheffield, pero fíjate tú, lo que es la vida...

Aquí va su foto



Sí, señores, Mel C. La Spice deportista fue la celebridad encargada de pulsar el botoncito... ¿Quién me iba a decir a mí, que más de diez años después de comprar mis primeras Super Pops para tener el póster de las Spice Girls, iba a ver a una de ellas en directo? No sé cuánto pudo haber cobrado por esto, pero el trabajo no la mató, porque ni dio un concierto en condiciones. Cantó dos cancioncillas que no creo que el vulgo conociese y ¡hala! de vuelta para Londres.

Así que para que esta entrada de hoy tenga un toque musical más allá de la presencia de Mel C, cierro con el primer villancico que canté este año, en inglés y siguiendo la letra en las pantallas gigantes que había por la calle. Merry Christmas!



sábado, 19 de noviembre de 2011

Sábado

Hoy tuvimos un día soleadísimo aquí, así que para aprovecharlo un poco, volví a ir a Endcliffe Park. La verdad es que entre unas cosas y otras salí tardísimo de casa y con eso de que el sol se pone a las 16:03 (informaciones de la BBC), digamos que no aproveché las horas de máximo esplendor, pero aún así estuvo bien. Endcliffe Park está al final de una calle de tiendas y pubs que se llama Ecclessall Road, que no sé si es de estilo Victoriano, o Eduardiano o lo qué, pero no tiene edificios grandes, sino casitas particulares adosadas. Es como un barrio de ricos de antaño, supongo. A mí pasear por ella me da una sensación muy decimonónica. 


La verdad es que me costó salir de casa porque no sabía adónde ir. No tenía claro si prefería Endcliffe o Weston Park. Al final acabé decidiéndome por el primero porque está más lejos, y eso me iba a obligar a caminar (y caminando podía desagastar todo ese chocolate delicioso al que estoy tan enganchada). 
Endcliffe Park es un parque muy familiar. Va muchísima gente con sus niños, para los que incluso tienen montados unos hinchables. También hay un parque infantil, pero en comparación con Castrelos o el Castro, es caquita. Hay zona boscosa, un lago, una ruta para bicicletas... pero a mí lo que más me gusta es la zona de "prado". En donde está la cafetería, hay toda una extensión de césped que la gente utiliza para jugar al fútbol. ¡Incluso los Arctic Monkeys! A mí también me entran ganas cuando lo veo... 


Al volver, fui a The Bowery a tomar algo con mi compañera de piso. Ninguna de las dos habíamos estado antes, y la verdad es que el sitio mola. Tiene una estética muy indie, con cierto punto vintage pero con mucha ilustración y grafiti actual. Y hay un montón de fliers!!! :D De la música no puedo hablar porque hoy había conciertos, pero me lo puedo imaginar. La gente, súper indie. Es la primera vez desde que estoy en Sheffield que voy a un local con gente de ese estilo y me sorprende porque pensaba que aquí iban a ser todos así. La moda del lugar se puede describir como: pantalones pitillo, parkas, camisas tipo leñador, gorros, camisetas con print... ¡hasta las Converse tenían cabida! Y eso aquí es muy extraño, porque la mayoría de las chicas no las llevan; llevan botas tipo Ugg, botas normales o sandalias! 




Por cierto, para quien no lo sepa, The Bowery es el local del ex-Arctic Monkey Andy Nicholson y del batería Matt Helders. De ahí la foto, que es de una fiesta que dieron por un cumpleaños, por lo visto. Según parece, es fácil encontrárselos ahí y estos días además andan por Sheffield, pero nosotras no los vimos. 

Para que este post tenga algo de música, por eso de que es fin de semana, aquí va una canción de los Strokes (Barely Legal) que me encanta y que tal vez no sea de las más míticas. La pongo porque uno de los grupos que tocaban hoy en The Bowery tenía una canción que me recordaba un montón a esta:



Y de bonus track, otra canción de The Cults, a los que ya nombré anteriormente, y que tocaron en The Bowery poco antes de yo venirme.



Espero que hayáis tenido una feliz jornada de reflexión.