lunes, 31 de octubre de 2011

Halloween

Ahora mismo debería estar preparando un ejercicio sobre el tabaco para mañana, pero estoy tan sumamente cansada que hasta me duelen los dedos al pulsar las teclas. Ni siquiera sé cómo puedo estar escribiendo esto... ¡¡es que me cuesta hasta respirar!!! Quiero dormir, dormir y dormir y será lo que haga en escasos minutos; pero me siento en la obligación de hacer una entrada en el día de Halloween. 



Cuando yo era pequeña, no teníamos Halloween. Ni siquiera había concursos de calabazas en los colegios o fiestas a las que ir disfrazados. Nos confomábamos con estudiar el vocabulario típico en la clase de inglés y nos torturábamos viendo El retorno de las brujas y los especiales de los Simpsons. De todas formas, podría decirse que yo era consciente de que aunque Halloween existiese en España, no iba a ser tan entrañable como lo es las películas americanas. Después de ver a los niños recorriendo calles y vecindarios llenos de casas unifamiliares de dos pisos, caminando por el medio de carreteras sin coches e invadiendo jardines ajenos, no sería lo mismo ir a pedir caramelos a los bloques de Fenosa o a lo largo de la Travesía, siempre tan frecuentada. Pierde encanto. Es como cuando Daniel el Travieso jugaba al escondite una noche de verano en su barrio. Eso en mi zona no es factible: no podemos ir a escondernos al jardín del vecino, ni nuestros padres pueden estar jugando a las cartas en el porche mientras controlan que no nos pase nada.


Me desvío del asunto. Halloween. Aquí se celebra. Los ingleses pueden decir que no es tan importante como en los States, pero se celebra. Las discotecas organizan fiestas de disfraces todo el fin de semana (y hoy también, a pesar de ser lunes); en Sheffield se celebra la Fright Night (que básicamente es una fiesta como la de Bouzas, con atracciones y puestos de comida por todo el centro, pero donde algunos padres y muchos hijos van disfrazados). Pero lo mejor de todo, sin duda es... que los niños van a "trick or treat!" Esto que siempre vemos en la tele, que van casa por casa diciendo "truco o trato", aquí pasa. Y hoy había un montón de estados de Facebook de extranjeros que viven este año aquí diciendo que estaban sorprendidos porque les habían ido a pedir caramelos. Es tan divertido...

En cuanto a mi día, hoy fue de locos. Un no parar desde que me levanté hasta ahora: imprimir materiales para las clases, preparar todo, Spanish Club (temática Halloween) a la hora de la comida, reuniones con profesores, clases, clases, viajes de autobús, paseos cargada por el centro para comprar mi pase de transporte, cenar, quedar con los auxiliares para celebrar dos cumpleaños, volver a casa y morirme de cansancio. Pero fue de esos días que valen la pena: a mi profesor le gustaron mis ejercicios sobre la familia, los niños empiezan a no mirarme con cara de odio porque les hablo en español (hoy hasta hubo unas niñas que me preguntaron si a mí me había sido difícil aprender inglés, y eso es muy grande, porque nunca me dicen nada más allá de "hola", "¿qué tal?", "gracias" y "adiós"). Por último, el momento tarta con tropemil velas y la conversación posterior fueron muy divertidas. Un día completito, vaya. 


¡Ah, es verdad! Durante nuestro tiempo en el pub, un inglés-semicatalán (pero más inglés que catalán, creo) alabó mi pronunciación (en realidad dijo: ¿cómo es que hablas tan bien inglés siendo española, que no dices "a janster in de jause"?). Eso me gustó, pero también me dijo que tenía pronunciación americana ¡y no quiero tener pronunciación americana!  En fin... "still need to work on that".

HAPPY HALLOWEEN. 

sábado, 29 de octubre de 2011

Pulp


Hoy, sábado, toca día de post musical dedicado al otro gran grupo de esta ciudad, Pulp. Pues sí, pues sí, en Sheffield había vida musical antes de los Arctic Monkeys y buena muestra de ello es esta banda del Britpop, que se formó a finales de los años 70, pero que triunfó especialmente en la década de los 90. 

Pulp está liderada por Jarvis Cocker, definido por la Wikipedia como "carismático líder, uno de los estandartes del Britpop". El vídeo de presentación de su página web es grandioso, y da buena cuenta de la originalidad de su persona. Podéis verlo aquí.  

Los motivos por los que les dedico la entrada de hoy son varios: 

En primer lugar, porque son parte de Sheffield y de la historia de Sheffield y uno de los pilares de este blog es, precisamente, hablaros de todos los aspectos de esta ciudad, para que conozcáis el lugar donde vivo tan bien como si hubiéseis estado aquí.


Un segundo motivo es que Common People ha formado parte de mi terapia de esta semana contra el enganche a los Arctic Monkeys que, por cierto, va por buen camino.


Y, por último, porque el jueves estuve a puntito a puntito de ver a Jarvis Cocker en vivo y en directo. Resulta que el hombre escribió un libro (Mother, Brother, Lover) con una recopilación de las originales letras de sus canciones y el jueves firmaba ejemplares en una librería de Sheffield, como parte del festival de lectura y escritura Off the shelf, que se celebra aquí todos los años en octubre. Yo decidí que quería ver cómo era Jarvis en directo y pensé: "Si voy a echar un vistazo a la librería mientras el hombre firma libros, lo podré ver aunque sea por en medio de la gente", pero no contemplé la variable horario-de-cierre-de-las-tiendas-en-inglaterra. 


El anuncio ponía: "Tonight, 5:30, book signing Mother, Brother, Lover" lo que ya es gracioso de por sí, porque eso de que se refieran a las 5:30 como "esta noche" para mí es completamente nuevo. La cuestión es que la hora de cerrar es a las 5, por lo que la firma de libros se iba a hacer fuera del horario de atención al público, algo a lo que tampoco estoy acostumbrada, y por eso pensé que iba a poder revolotear allí sin necesidad de comprar el libro. Sin embargo, un empleado de Waterstones se encargó de informarme de que si no estaba con nadie de la cola, no podía estar allí, porque estaban cerrados. El chico muy majo, pero eso no evitó toda la vergüenza que sentí al ser la única que tuvo que marcharse. En fin... cosas que pasan. 


¡Ay! Última cosa, que se me olvidaba. Ya os hablé de Common People y de que las letras de Jarvis Cocker (y él mismo) son muy originales, pero no me referí al contenido de la canción. Pues bien, trata de una chica rica que quiere vivir como la gente normal, hacer lo que la gente normal hace y dormir con gente normal "como tú", le dice al chico. Entonces él, para  hacerla sentir como alguien común, la lleva al supermercado y le dice que haga como que no tiene dinero. Al final, él se da cuenta de que ella nunca podrá ser como la gente normal, por mucho que le parezca cool.

viernes, 28 de octubre de 2011

Bakewell

Hoy me fui de excursión. Bueno, en realidad debería decir: "Hoy me fui de excursión por primera vez desde que estoy aquí". O mejor: "Hoy me fui de excursión fuera de Sheffield por primera vez desde que estoy aquí en un coche inglés". 

Pues sí. Fuimos a Bakewell, un pueblecito que creo que ya no pertenece a Yorkshire, sino a Derbyshire, aunque me dio la impresión de que la gente de allí considera que es todo lo mismo. 



El pueblecito es muy mono, con su iglesia en la cima de una colina, sus casas de piedra lavada, los patios internos, salones de té, un río y un montón de caminantes procedentes de alguna de las rutas de senderismo que hay en el Peak District (del que se erigen como capital). 


NOTA: Las fotos no son muy buenas, pero las saqué un poco a correr. En cuanto me pasen más, igual puedo poner alguna mejor y si no, buscáis cómo es el sitio en internet :P

Lo importante es que Bakewell es conocido, sobre todo, por dos postres típicos: la Bakewell tart y el Bakewell pudding (como véis, los que los crearon fueron muy originales con los nombres). La primera es una tartaleta de hojaldre con mermelada y relleno de almendra y el otro lleva hojaldre, huevo y relleno de no sé qué cosa. Os pongo fotos y veréis que son diferentes:


Bueno, en realidad en las fotos no se distingue bien la diferencia, pero creedme, que vi los dos en vivo y en directo y son diferentes.

La inglesa que nos llevó nos dijo que las tarts son mejores que el pudding, pero que el pudding solo se puede comer en Bakewell, es la única zona donde se encuentra. Las tarts, por el contrario, las vende incluso en los supermercados (no las artesanas, claro, sino unas más rollo industrial). Anyway, ayer las vi en el Asda y pienso comprar un par de cajas para llevar a Vigo en Navidad y que las probéis (no son las auténticas, pero os pueden dar una idea de cómo saben en realidad). 

Además de conocer dos nuevos postres ingleses, ayer aprendí más cosas, por ejemplo:

Un bebé que "nace con una cuchara de plata en la boca", es un bebé pijo, de buena familia, que nace rodeado de privilegios y oportunidades. El origen de este dicho está evidentemente en el hecho de que la plata es un metal precioso y que las cucharas son objeto de regalo frecuente a los recién nacidos. A su vez, la costumbre de regalar cucharas de plata a los bebés está en que este metal elimina todos los restos de bacterias, previniendo el contagio de enfermedades. De hecho, en tiempos de la peste, los ricos se salvaron más que los pobres, entre otras cosas por comer con cubertería de plata. 

Si en español para decir "estar desnudo" recurrimos al momento de la creación y metemos a Dios en medio "como Dios nos trajo al mundo", en inglés se refieren al nacimiento y a la ropa que llevábamos en ese preciso instante (véase ninguna) y dicen "to wear your birthday suit" o "in your birthday suit" ("llevar el traje de tu nacimiento"). 

Ahora también sé que "an apple a day keeps the doctor away" (una manzana al día mantiene lejos al médico) y que en la época victoriana crearon un impuesto para el número de ventanas que tenían las casas, por lo que mucha gente tapiaba algunas de las que tenía para pagar menos. De todas formas, esto de la época victoriana me tiene muy intrigada, por lo que me dedicaré a investigar en los próximos días sobre ello y más adelante tal vez le dedique una entrada específica a elllo. Por lo pronto, una búsqueda en imágenes Google de casas victorianas da resultados como este: 


jueves, 27 de octubre de 2011

Jueves

Hoy fue, climatológicamente hablando, el día más triste desde que estoy aquí. Invernal total: frío, oscuro, con lluvia... A las tres de la tarde parecían las siete (y eso que la hora aún la cambian el sábado!).

Vista desde mi ventana a las 15h
Como en realidad ya sabía que el día iba a venir malo (gracias a las previsiones de la BBC) decidí que iba a dedicarlo a trabajar y a visitar las Millenium Galleries, que aún no las había visto. Fui con la francesa, y estuvimos en una exposición pequeñita pero que a mí me gustó mucho, de Ian Breakwell, que se llama The Other Side.

Entrar en la sala y escuchar la música de Schubert (no recuerdo cuál exactamente, pero volveré a comprobarlo) te llena de melancolía. Es una música triste, pausada y si a esto le añadimos las fotos que forman la exposición, tenemos el lote completo. 


The Other Side es en realidad una grabación que Ian Breakwell hizo en un resort de la costa del sur de Inglaterra, en East Sussex. Allí, se celebraban muchos bailes de té, en los que participaban los jubilados que llenaban el hotel. Además del vídeo, también hay fotos de los bailarines y en algunas de ellas los ves a todos felices y sonrientes, nada que ver con lo que la exposición te pretende transmitir. Sin embargo, hay otras que realmente te hielan la sangre con la melancolía que transmiten: fotos al atardecer, en las que se ve el mar al fondo, por detrás de las parejas que bailan. Se supone que es una reflexión sobre la vida y la muerte, como si esas personas bailasen mientras esperan el final de su camino, para restarle importancia a ese momento, pero sin poder olvidarse de ello. Parece que la sombra de la muerte planease sobre sus cabezas, pero su presencia no deja de ser serena y tranquila. 

Cierto es que la exposición es muy melancólica, pero no por ello te hace salir llorando de la sala. De hecho, a mí me hizo sentir bien. Esa atmósfera te deja tranquila, relajada y no puedes dejar de sentir cierto optimismo y alegría al ver a esas personas disfrutando del baile a pesar de todo. Mereció la pena ir, vaya. 

A las 17:30.
Después de la exposición, acompañé a la francesa a hacer algunas compras y luego me fui hasta una especie de centro comercial abierto que hay aquí en el interior de la calle principal, porque firmaba libros Jarvis Cocker, el líder de Pulp y nacido en Sheffield. Aunque no tenía su libro, quería por lo menos verle la cara y me dediqué a dar vueltas por allí mientras la gente hacía cola... hasta que vino el dependiente y me dijo que si no estaba a la cola me tenía que ir, que ya estaban  cerrados. Horarios ingleses. Aquí las firmas de libros se hacen cuando la librería ya está cerrada y claro, además de todo cierran pronto. Así que allá me fui, muerta de vergüenza y sin poder verle la cara al tipo, al final. 

Por la noche noche, a eso de las nueve (y no como aquí, que ya dicen "tonight" a las 5) quedé con dos auxiliares españoles y el novio y las hermanas de una de ellas para ir a un pub tradicional. ¡Y tan tradicional! Plagado de señores ingleses de toda la vida, con su acento de Sheffield, su barriga cervecera y sus pintas delante. Plagado en realidad no, porque aparte de nosotros, solo había un par de señores más. Cuando se enteraron de que éramos españoles, el dueño empezó a decir que él había trabajado en Mallorca y a repetir mil veces "dos cubalibres por favor" (con pronunciación inglesa), otro de los que estaban nos contó que él había trabajo en Menorca y en Nerja y ahí Antonio encontró la oportunidad de empezar a preguntarle por Verano Azul y Chanquete. Fue mortal hablar de Chanquete en un pub de Sheffield con señores tradicionales de aquí.  

Ya más avanzada la noche, nos sorprendieron poniéndonos Que viva España en inglés cantada por una señora y después, la Bamba. Y mientras, el dueño del pub, que debía de tener unos sesenta años (o más) diciendo por detrás: la próxima es Lady Gaga. Y lo fue.


En cuanto a nuestra conversación, tuvimos tiempo de hablar de todo y más y gracias a mi pregunta "¿Vosotros secáis la loza?" dirigimos nuestros comentarios hacia la forma peculiar de hablar en cada región. Yo hasta les hablé algo en gallego, pero poco, porque no se me ocurría qué decir. Para la próxima, les leo una Cousa de Castelao, que no pude evitar traerme el libro a estas tierras para leerlo siempre que empezase a sentir morriña.

domingo, 23 de octubre de 2011

Arctic Monkeys


Momento musical de la semana. Resulta que me acabo de dar cuenta de que aún no había dedicado nada aquí a los Arctic Monkeys y es un poco sacrilegio, porque a día de hoy Sheffield no se concibe sin ellos. Además, ciertamente son la banda sonora de los últimos siete días, porque no dejé de escucharlos. Bien fuese en el autobús camino del cole, por la calle, en casa, en cama antes de dormir... Alex Turner y los suyos estuvieron presentes en mi cabeza a todas horas. De hecho, esta semana sufrí ese síndrome de no poder dejar de pensar en una canción; esto que te hace tararearla sin parar y a veces incluso sin darte cuenta. Bien, pues me pasó eso por partida doble, con dos canciones de los Arctic: Reckless Serenade y Suck it and See, ambas de su último disco. Y la culpa, la tiene sin duda esta actuación en directo en una radio de Seattle, porque la voz del hombrecillo me tiene completamente enamorada.


El vídeo de Suck it and See también puso su granito de arena a esta obsesión-musical-transitoria mía. Lo protagoniza Matt Helders, el batería, un fenómeno que además de pegarle a los platillos también tira para la interpretación. Es, además de Alex Turner, el que habla en las entrevistas, porque los otros dos, pobres, siempre quedan con el micro en la mano sin poder decir nada, encumbrados por la locuocidad de sus compañeros. 


El caso es que sospecho que estoy muy enganchada a ellos además de porque me gustan (fiel seguidora desde 2006) porque es como si escuchando sus canciones pudiese encontrar algo en Sheffield que no conocería de otra forma. No sé si me explico. Las canciones de sus dos primeros CD están inspiradas en su día a día, que por aquel entonces tenía lugar aquí, en la ciudad del acero. Escuchándolos en pleno Endcliffe Park (que nombran en alguna entrevista) me da la impresión de que puedo entender mejor qué suponía Sheffield, la misma Sheffield en la que yo estoy viviendo, en sus vidas. Y eso que el disco al que yo estoy colada es el que menos tiene que ver con Sheffield, porque ahora pasan muchísimo tiempo de gira o grabando en Londres, pero siguen siendo chicos de High Green que entienden mejor la ciudad que cualquier otro de Liverpool o Birmingham, por ejemplo. 

Además de esto, ver las carátulas de sus discos colgadas en las paredes de todos los pubs, escuchar a grupos locales versionar sus canciones o pasar innumerables veces por delante del local de un ex-integrante de la banda, hace que los Arctic Monkeys estén presentes en tu día a día, quieras o no. Y si aún por encima los conocías de antes y te gusta la música que hacen, ya poco menos que son como tus vecinos. Espero que se dejen caer por aquí mientras yo esté para participar de esa euforia que los Sheffieldianos sienten por ellos y que solo puedes sentir si vives en su ciudad. 

Os dejo con la primera canción que conocí de ellos, cuando andaba allá por segundo de bachillerato (y ya terminé la carrera!). Por cierto, para los fans de Misfits, fijaos en la protagonista del vídeo.



P.D. La entrada de hoy debería llevar referencias a cierto grupo de Liverpool que vi hoy en directo y que me gustó mucho, pero dado que uno de sus integrantes escribió en Facebook "Can't wait to get home from Sheffield 'Hole Shit'" (Me muero de ganas de llegar a casa después de estar en Sheffield 'agujero de mierda'), no pienso hacerles propaganda gratuita. No será la ciudad perfecta, pero ya desarrollé cierto sentimiento de pertenencia a ella, y en defensa de ciudades perdidas, tengo yo mucha experiencia. 

viernes, 21 de octubre de 2011

Un mes


Perdón por la tardanza. Basta que haya hecho público esto para que deje de escribir durante unos días; pero es que esta fue una semana de locos. Con esto de ser la última antes de las vacaciones (sí, estoy de vacaciones) había que dejar un montón de cosas resueltas. 

La presentación sobre Galicia está hecha. No estoy muy segura de haber recibido la respuesta que esperaba de mi público, pero teniendo en cuenta que son niños de dieciséis años, que la clase era después de comer y que habían tenido un examen por la mañana, es comprensible que estuviesen cansados. De todas formas, tengo que seguir practicando lo de llamar la atención de la clase en cada momento, y buscar recursos para recuperarla en cuanto vea que la estoy perdiendo. Y hablar muuuuuuuuuuuuuy despacio y con vocabulario fácil, que hasta los mayores de todo se quejaron de que hablo muy rápido. Eso porque no conocen a mi hermana cuando te está contando algo... iban a flipar (un saludo con todo mi cariño, Antía, después te pongo una canción :P).

Anyway, si tengo tiempo trampearé un poco las fechas y haré una entrada hablando del tipo que tocó ayer por la noche en el pub (no tiene desperdicio) y del School Specialist Day del martes, que también fue interesante. 


Pero hoy lo importante es que hace exactamente un mes que llegué aquí a Sheffield (un mes y un día desde que salí de Vigo) y la morriña empieza a hacerse presente. Lo llevo bien, estoy  perfectamente adaptada, pero eso no quita que a veces piense en mi gente y eche de menos tenerlos aquí. Aunque ahora las distancias son relativas. ¿Cómo sería esto cuando a principios del s XX se marchaban miles de personas emigradas a Sudamérica? El otro día estaba pensando en esto y me acordé de mi abuelo, que con solo dieciséis años se fue él solito para Brasil, a buscar a su padre. Eso sí que es valentía. Ahora, aunque nos cueste despedirnos, lo tenemos todo muy fácil. ¿Qué distancias van a existir teniendo Internet y Ryanair?



Bien, ahora, dejándonos de sentimentalismos, voy a hacer una recopilación de las cosas que más echo de menos (las personas ya no las pongo, que ya lo sabéis):  pasos de cebra bien señalizados, con sus rayitas blancas y negras; los Bifrutas Tropicales!, grifos monomando en el fregadero, persianas!!, galletas de príncipe, gofres, cacahuetes en los bares, el pollo con sabor a pollo, mi armario tricompartido... seguro que tiene que haber más, pero ahora no me da tiempo de pensar en ellas que me voy en breves a tomar algo. 

Balance de este mes: de austeridad y adaptación. Muy bueno, pero espero que los ocho que quedan sean aún mejores :)

domingo, 16 de octubre de 2011

Steel City Derby

Bueno, bueno, bueno... estoy que me salgo. ¡Dos entradas en un día! Pero es que la ocasión lo merece. Por un lado tenía que hacer la entrada musical de la semana, pero por otro, no podía perder la oportunidad de hablar del "Steel City Derby", o lo que es lo mismo, el partido entre los dos equipos de fútbol de la ciudad del acero. 


Yo lo tenía muy claro: esta mañana me iba a levantar pronto para ver pasar a todo el mundo hacia el estadio, que como ya os había dicho, está aquí al ladito. Y cumplí mi promesa. Me levanté a las nueve (pronto para ser un domingo) y me puse pegada a la ventana a escribir la entrada anterior. Pasó muchísima gente, igual que de la otra vez. La mayoría eran del Sheffield United, el equipo local. En una de las calles del fondo se veían furgones de policía, con lo cual supongo que a los Wednesday los llevaron escoltados por la parte de arriba, por eso yo no los veía pasar. 

De nuevo constaté lo que ya había apreciado hace dos semanas: van muchísimas familias al partido: madres y padres con niños pequeños, millones de ellos con adolescentes, grupos de padres e hijos... vamos, que había un ambientazo hoy en esta zona. Y claro, a una servidora, fan de los mogollones, no le bastaba con ver los toros desde la barrera, así que se vistió con lo primero que encontró, se puso la parka abrigosilla, cogió su cámara de fotos y su llave para que no pasase lo que la semana pasada, y allá se fue, a inmiscuirse con los hooligans. 

Lo primero que hice fue recorrer el lateral del estadio que veo desde mi ventana (foto de arriba), caminando en medio de todos los que buscaban su puerta. Después decidí que aquello no era adrenalina suficiente, que estaba todo muy tranquilo, y que no me podía volver a casa sin saber qué estaba pasando en el otro extremo. Así que me metí por la calle que la poli tenía cortada al tráfico (la perpendicular que sale en la esquinita de la foto) y fui a dar a la paralela del extremo en que había estado al principio. Allí me encontré con cierta marchilla porque, tal y como yo había previsto, era la zona que habían reservado para la entrada de los del Wednesday. En este lado había una especie búnkers colocados en medio de la carretera, que en realidad eran como muros de acero portátil que la poli abría cuando quería bloquear el paso. Se  ve abierto en la foto de abajo, pero en realidad se plegaba como un cubo cuando le doblaban los extremos. Tecnologías que se  mandan aquí para poner barreras a los hooligans...

 
Pues en esta zona había gente gritando, los murillos estos los tenían abiertos y la policía estaba casi toda allí concentrada, hasta había polis a caballo. Como no pintaba mucho parada allí en medio, seguí dando la vuelta al estadio, por la otra perpendicular, y coincidí por el camino con los más hooligans de todos que acababan de salir del pub y ya iban calentitos. En realidad, yo iba por dentro del párking, y cuando los sentí cantar salí para ir por la acera con ellos. Que se atrevan a llamarme cobarde...: justo detrás de mí iban los cabecillas de la expedición, que gritaban "Win fucking Wednesday" y escupían seguido seguido (por cierto que aquí no se dice "faquin" sino "foquin"). Y en esto, pasan por nosotros los últimos ultras del Wednesday. Al principio, el hombrecillo que iba detrás de mí les gritó "Win fucking Wednesday" como si les hubiese gritado "Buenos días", era lo único que sabía decir en aquel momento. Pero claro, los otros manifestaron sus colores devolviendo los gritos y el típico venado de turno salió disparado contra ellos. ¿Y quién estaba allí en medio, la poli? No. Una servidora. Y en ese momento sí que me dije: "Iria, es mejor que te dirijas hacia una zona más segura, basta de aventuras por hoy, que todo tiene un límite". Así que miré con el rabillo del ojo por última vez para poder dar testimonio fiable de lo que estaba pasando y seguí caminando hasta una zona segura. Ahí fue cuando empezó a llegar toda la policía porque, curiosamente, ese era el único extremo del campo en el que no había un solo agente desplegado. Lo único que alcancé a ver mientras me alejaba fue una masa de gente y algún que otro sensato intentando evitar que otro que no lo era tanto se metiese en la pelea también. 

La llegada de la poli, un show por sí mismo: de no haber nadie allí para controlar aquella zona, se pasó a una invasión de hombres de chalecos reflectantes amarillos y cascos negros. La verdad es que era divertido verlos correr a todos, allí, con sus sombreritos...pero sin duda, lo que más me llamó la atención, es que de todos los polis, la mayoría llevaban porras, me parece, o algo que los ayudase a dispersar a la marabunta, pero había uno, cuya única arma era una cámara de vídeo. Lo juro. Una cámara de vídeo preprarada para grabar todo desde el mismísimo centro de las reyertas. Parecía el típico paparazzi a la caza de la última exclusiva.

Total, que empezaron a salir los jugadores al campo y yo allí fuera, de plantón, esperando a que sonase la Greasy Chip Butty Song. Un momentazo. 


Los goles los sentí ya desde casa y el resultado, una sorpresa: empate a 2, cuando el United fue ganando 2-0 la mayor parte del tiempo. 

Por la tarde, me fui a pasera aprovechando que había solecito y decididamente, la próxima semana (que estoy de vacaciones) me tengo que ir de turismo por Sheffield!

Conciertos perdidos

A estas prontas horas de una mañana de domingo que sigue a una noche de salida nocturna, ya estoy muy indignada. Resulta, que leyendo ahora una revista que habla sobre eventos de Sheffield, pubs, etc. me entero de que algunos de los conciertos que quería ver aquí, ya me los perdí (o he perdido, que ahora tengo que empezar a utilizar tiempos compuestos para el cole).  Como hoy es día de entrada musical, ya mato dos pájaros de un tiro, porque os cuento mi vida y os pongo canciones para que las escuchéis y decidáis si os gustan o no. 

The Wombats

Empiezo con The Wombats porque tengo muchas ganas de verlos en directo. Antes de venir aquí, ya sabía que iba a estar en Sheffield a principios de octubre. ¿Y qué pasó? Pues que a principios de octubre yo tenía otras cosas en las que pensar y no encontré ningún cartel/póster/artículo/persona que me recoradara que iban a tocar en el O2 el martes 4 de octubre. Ahora, mis esperanzas están puestas en poder verlos en los únicos conciertos que les quedan en UK, en Liverpool en diciembre.  

Miles Kane

Este también me indigna mucho. Para quienes no sepáis quién es, os diré que es la otra mitad (junto a Álex Turner de los Arctic Monkeys) de The Last Shadow Puppets, conocidos por canciones como esta:


Y este concierto me indigna mucho porque lo había visto en su momento en internet y me quedé con la idea de que era mucho más tarde, no este fin de semana. Pero lo peor de todo es que tocó a metros de mi casa, en The Leadmill, el recinto de música en directo más antiguo de Sheffield. Por The Leadmill paso todos los días para ir al centro, a la estación de tren, a coger el bus... y siempre tienen colgado en el muro un póster con los próximos conciertos. Juro que yo no vi el de Miles Kane el 14 de octubre y me lo tengo más que estudiado. Así que, una de dos: o estaba y yo no lo vi por alguna extraña razón, o en la revista esta se confundieron y es en otra fecha. 


Kaiser Chiefs

Este concierto aún es para enero o febrero del año que viene, pero ya lo doy por perdido. ¿Razón? Las 25 libras de su entrada. Vale que también tengo ganas de verlos y eso, pero de ahí a pagar el doble de lo que se paga normalmente por el resto de conciertos hay un trecho. Si me entero de que tocan en Manchester o su ciudad natal Leeds, es más barato y encuentro una víctima que me acompañe, entonces iré, para oirles canciones como esta, que ya conocéis


Como esta otra que todo el mundo tenía en su muro de Facebook durante las reyertas de Londres y sucedáneos (muy fuerte me parecía a mí eso)


O esta otra que es más tranquililla


Hablando ahora un poco en positivo, además de los conciertos que ya me he perdido, hay aún dos a los que tengo muchas ganas de ir, pero necesito encontrar a alguien que me acompañe si no... pasarán a engrosar esta triste lista que acabo de compartir con vosotros. Mi compañera inglesa me había dicho que a ella también le gusta ese tipo de música y que si quería ir a algún concierto, que venía conmigo, pero cuando le pregunté por el The Vaccines (de los que hablaré ahora) me dijo que no iba a ir. Aún así, volveré a intentarlo. Bien, pues los dos conciertos a los que tengo ganas de ir son....

The Vaccines


Los vi un poco en el Super Bock y digo un poco porque tocaban justo antes que los Strokes, así que solo nos dio tiempo de verles tres o cuatro canciones (entre ellas esta). Si hubiesen empezado cuando les tocaba y no se hubiesen hecho de rogar, tal vez hubiera podido llegar a ver If you wanna, pero por lo visto tenían problemas de sonido y tardaron en salir. Su concierto es el 23 de noviembre en el O2. 

Glasvegas


Estos tocan en dos semanas en The Leadmill aquí al ladito y sé que si no voy me va a dar mucha rabia, porque es muy probable que pase por allí mientras ensayan o incluso mientras están dando el concierto, pero aún no he encontrado a nadie que haya mostrado entusiasmo por ir a verlos, con lo cual, mucho me temo que me quedaré sin escuchar canciones como la que os he puesto arriba (ya me estoy cansando de esto del he puesto, he dicho he pensado...), It's my own cheating heart that makes me cry (grandioso el final de la canción) o Geraldine.

Para acabar, dos canciones extra: la primera, de The Wombats, que escuché por primera vez en mi breve visita a Liverpool y a los que estoy sumamente enganchada desde entonces. Y la pongo porque me di cuenta que de Miles Kayne y Kaiser Chiefs he puesto puse más de una, y no podía ser. 


La segunda, es para poner un grupo más en esta gran lista de hoy. Un grupo de Brighton, la ciudad a la que yo quería ir en un principio, y de los que me acordé al hablar de If you wanna the The Vaccines.

The Kooks


Los títulos de las canciones son muy parecidos, por eso me he acordado acordé. Esta canción fue un momentazo en su concierto en el Super Bock, que a su vez fue una gran sorpresa, porque de verdad que no me lo esperaba así. Otro grupo más a añadir a la lista de futuros conciertos, ahora que han sacado sacaron su tercer disco. 

Bueno, pues despido ya esta larga entrada, no sin antes hacer dos comentarios:

*Lo de tachar las formas de pretérito perfecto compuesto y poner las simples es simplemente para que se vea que aunque no utilice ese verbo, sé cuándo debo usarlo; pero la verdad, aunque esté en Sheffield sigo siendo de Vigo y si estoy soltando aquí todo lo que se me pasa por la cabeza, no tiene lógica que lo escriba como yo nunca lo diría; porque os puedo asegurar que mis pensamientos se formulan todos en forma verbal simple. 

*Para quien sepa de qué hablo: creo que a pesar de todos los conciertos de los que hablo aquí no llego a nueve ¿no? Aunque vídeos de canciones tengo diez. LOL. Aún alguien nos debe una crítica.

Nada más por ahora. 
Feliz domingo.

jueves, 13 de octubre de 2011

La colita

Bueno, para resumir toda esta semana en el cole, voy a utilizar las palabras que mi tutor me dijo hoy en nuestra reunión semanal: "Se te ve más contenta que la semana pasada a estas alturas". Y no es que la semana pasada estuviese triste, ni nada por el estilo, pero estos días empecé a sentirme más útil, a encontrar mi sitio en toda esa locura que es un colegio inglés de 1500 alumnos. Lo cierto es que también mis responsabilidades aumentaron exponencialmente desde la semana pasada, pero curiosamente eso me gusta y mucho. 

El caso es que ya tengo que empezar a preparar ejercicios, juegos, presentaciones... Vamos, que trabajo no me falta, pero es divertido. Y ahora viene el quid de la cuestión: mientras buscaba materiales en las carpetas que dejaron las auxiliares anteriores, encontré un dossier con miles de copias de una canción que la auxiliar anterior de la anterior había, supuestamente, puesto a los niños. 


Después de haberme pasado todo el verano pensando en canciones inofensivas y aptas para utilizar en una clase, cuando leí la letra de esta, pensé: "Ay, Dios mío, cómo les pudo haber puesto esta canción?!" Aquí va parte de la letra: 
"A ver, a ver, a mover la colita
si no la mueve se le va a poner malita"

Y claro, una que es muy mal pensada, empieza a imaginarse lo que tal vez no sea pero bien lo parece, especialmente cuando sigue leyendo y se encuentra con esto:

"La mueve el tiburón y la mueve la ballena,
la mueve el cocodrilo y Tarzán allá en la selva

También la mueve mi perro para que le tire un hueso
y la mueve el Pato Donald cuando se mira al espejo"

La del perro es tal vez la frase más inofensiva de toda la canción, y aún así me sigue sonando igual de mal. Por lo visto, la tipa responsable usó la canción para tratar los animales, porque junto con la letra también había dibujos de tiburones, perros y demás fauna. A lo mejor cuando leáis esto creeréis que soy una pervertida por pensar estas cosas, pero la primera vez que la lees... impresiona. 

Por cierto, que una de las presentaciones que tengo que preparar es sobre Galicia en contraposición con el resto de España, especialmente con los grandes tópicos. Por eso, pediría a todas las almas caritativas que me sugiriesen aspectos que deba tratar, para intentar no dejarme nada atrás. ¡Es mi oportunidad de demostar al mundo lo que realmente somos!

martes, 11 de octubre de 2011

General Knowledge Quizz

Hoy volví al pub para participar en el General Knowledge Quiz (Concurso de Cultura General). En realidad mi intención era ir mañana al de música, pero al final decidimos ir a este. 

Ya había visto más o menos cómo era el asunto cuando había estado de visita en Manchester, pero nunca había participado. Y es muy divertido. Es lo genial de los pubs, aquí. Tienen un ambiente familiar, en el sentido de que los sientes acogedores, confortables y, aunque en ellos se bebe mucho mucho, no son los típicos bares de borrachos. En este al que yo voy, además, van siempre los mismos, somos como una gran familia. Y aún por encima tenemos juegos. Los lunes, después "del partido" (no sé de cuál, simplemente UN partido), hay quiz de deportes; los martes, de cultura general y los miércoles, de música. 

El asunto es así: llegas y pides el papelito, donde hay diez preguntas y dos tablas idénticas con números del 1 al 25. Las respuestas las escribes en la casilla correspondiente, en cada una de las tablas. Después, alguien (en nuestro caso fue el dueño del pub) lee en voz alta las preguntas de la 11 a la 25 y tras darte un tiempo para pensar las respuestas, recoge una de las tablas de cada grupo (te quedas con la otra) y empieza a corregir. Si más de un grupo superó los 20 aciertos, cada uno envía a un representante al estrado para competir en nombre de su equipo y el ganador, se lleva premios en bebidas o comida. Además, ayer también regalaron un plato de nachos al grupo con el nombre más divertido. 

Nosotras éramos las "International Ladies", porque conformábamos el grupo: un inglesa, una francesa, una rusa/francesa y yo. De las diez primeras preguntas acertamos nueve (entre ellas: ¿en qué ciudad se celebraron los Juegos Olímpicos de Verano en 1992?, ¿Cuál es el sexto planeta más próximo al sol?, Dos anagramas, ¿Cuál es el símbolo del cobre?, ¿Cuál es la capital situada a orillas del Tíber?, ¿Cómo se escribe "dos mil" en números romanos?). La que fallamos, fue por una palabra de una sigla. 

Otra pregunta de esta primera tanda de diez era: ¿Cuántas mujeres de Enrique VIII fueron decapitadas? Y resulta, yo no tenía ni idea, que aquí tienen un rima para saberlo: 

"Divorced, beheaded, died,
divorced, beheaded, survided"

 ¿Cuál es la respuesta correcta, por lo tanto? Dos. 

De entre la 11 y la 25 fallamos bastantes, porque eran chunguísimas. Por ejemplo, ¿qué equipo de fútbol ganó la copa no sé cuántos en el año 86?, ¿El nombre real de Ozzy Osbourne es James?, ¿En qué año fue elegida Margaret Thatcher?, ¿Qué significan en lenguaje médico las siglas "ENT"? y cosas así. Por cierto que con esta última pregunta anduvimos pensando todo tipo de combinaciones, buscando posibilidades para cada una de las letras y acabamos poniendo "Emergency Natural Treatment" (tratamiento natural de emergencia ¿?) y era algo tan simple como "ear, nose, throat" (oreja, nariz, garganta). 

Aunque no ganásemos los nachos o las 10 libras en bebidas, lo importante es que pasamos un buen rato. Aunque, de todas formas, esta vez solo era de práctica...

lunes, 10 de octubre de 2011

Tiempo


No sé cómo puede ser esto, pero a mí no me cunde el tiempo igual que al resto de las personas. Ni siquera con los horarios ingleses, que se supone que te permiten estar en casa calmamente muchas horas antes de irte a dormir (razón por la que beben como cosacos). 

Yo me levanto a las 6 de la mañana!! Y hago cada día listas de cosas (entre las que muchas veces están escribiros mensajes, correos y demás) y llega la hora de irme a dormir y solo taché unas pocas!!! Por eso también hay días que los dedico "íntegramente" a contactar con todas las personas con las que tenía conversaciones pendientes y mensajes por responder. Son muchas cosas en las que estoy metida y aún tengo en stand by alguna más. 

De todas formas, a pesar del estrés que tengo a veces, que sepáis que me va todo bien. En el cole ya tengo que empezar a preparar ejercicios para sugerírselos a los profes; en el piso ya nos vamos entendiendo mejor con las chinas y con el resto de auxiliares todo muy bien. 

Y acabo ya que para mí son horas de dormir, pero antes pongo una canción que vienne muy al caso.