viernes, 21 de octubre de 2011

Un mes


Perdón por la tardanza. Basta que haya hecho público esto para que deje de escribir durante unos días; pero es que esta fue una semana de locos. Con esto de ser la última antes de las vacaciones (sí, estoy de vacaciones) había que dejar un montón de cosas resueltas. 

La presentación sobre Galicia está hecha. No estoy muy segura de haber recibido la respuesta que esperaba de mi público, pero teniendo en cuenta que son niños de dieciséis años, que la clase era después de comer y que habían tenido un examen por la mañana, es comprensible que estuviesen cansados. De todas formas, tengo que seguir practicando lo de llamar la atención de la clase en cada momento, y buscar recursos para recuperarla en cuanto vea que la estoy perdiendo. Y hablar muuuuuuuuuuuuuy despacio y con vocabulario fácil, que hasta los mayores de todo se quejaron de que hablo muy rápido. Eso porque no conocen a mi hermana cuando te está contando algo... iban a flipar (un saludo con todo mi cariño, Antía, después te pongo una canción :P).

Anyway, si tengo tiempo trampearé un poco las fechas y haré una entrada hablando del tipo que tocó ayer por la noche en el pub (no tiene desperdicio) y del School Specialist Day del martes, que también fue interesante. 


Pero hoy lo importante es que hace exactamente un mes que llegué aquí a Sheffield (un mes y un día desde que salí de Vigo) y la morriña empieza a hacerse presente. Lo llevo bien, estoy  perfectamente adaptada, pero eso no quita que a veces piense en mi gente y eche de menos tenerlos aquí. Aunque ahora las distancias son relativas. ¿Cómo sería esto cuando a principios del s XX se marchaban miles de personas emigradas a Sudamérica? El otro día estaba pensando en esto y me acordé de mi abuelo, que con solo dieciséis años se fue él solito para Brasil, a buscar a su padre. Eso sí que es valentía. Ahora, aunque nos cueste despedirnos, lo tenemos todo muy fácil. ¿Qué distancias van a existir teniendo Internet y Ryanair?



Bien, ahora, dejándonos de sentimentalismos, voy a hacer una recopilación de las cosas que más echo de menos (las personas ya no las pongo, que ya lo sabéis):  pasos de cebra bien señalizados, con sus rayitas blancas y negras; los Bifrutas Tropicales!, grifos monomando en el fregadero, persianas!!, galletas de príncipe, gofres, cacahuetes en los bares, el pollo con sabor a pollo, mi armario tricompartido... seguro que tiene que haber más, pero ahora no me da tiempo de pensar en ellas que me voy en breves a tomar algo. 

Balance de este mes: de austeridad y adaptación. Muy bueno, pero espero que los ocho que quedan sean aún mejores :)

2 comentarios:

  1. MMM y no echas de menos los locos de Vigo, Ade y yo ya llevamos unos cuantos nuevos.... :)

    ResponderEliminar
  2. sabela correa escobero é anonimo ;)

    ResponderEliminar