domingo, 25 de diciembre de 2011

Christmas Day


Aunque haya vuelto a casa por Navidad, como el turrón, sigo con mi intención de acercar la vida y costumbres inglesas a todo aquel que me siga. [Nótese que si este blog fuese dirigido a ingleses y no a españoles, tendría que explicarles eso de "volver a casa por Navidad, como el turrón", porque ni tienen turrón (muchos de ellos ni saben qué es -comprobado en el colegio), ni, por supuesto, anuncio de El Almendro]. 


Pero lo que nos concierne hoy es el día de Navidad. ¿Cómo celebran los ingleses el día de Navidad? 

En esencia, igual que en España: por la mañana abren los regalos que les dejó el Father Christmas (lo llaman así más que Santa Claus, por lo menos los niños en el colegio) y las familias se reúnen para comer en abundancia. ¿Qué hay de especial, pues? 

El mensaje de la Reina. Nosotros escuchamos al Rey el 24 a las nueve de la noche, pero la señora Elizabeth Alexandra Mary (pregunta de quiz -¿cuáles son los otros dos nombres de la monarca actual?) se dirige a los ingleses el día 25 a las tres de la tarde. 


Christmas crackers. Esto es tipiquísimo allá, pero en España no hay equivalente ni parecido. Los christmas crackers son unos tubillos de cartón con forma de caramelo que se ponen sobre la mesa en la comida de Navidad (también se utilizan en comidas navideñas sin necesidad de ser la del día 25). El asunto es que dos personas tienen que tirar por cada uno de los extremos del cracker y cuando este explote (como las pistolas de martinicas tan populares cuando yo era pequeña), la persona que se quede con la parte grande del tubo se adueña también del contenido de este. Es muy divertido. 

Se me va a acabar la batería del ordenador y me tengo que ir a dormir, así que nada más. Espero que hayáis tenido un día de Navidad los más agradable posible y que os hayan gustado todos vuestros regalos. XX

sábado, 24 de diciembre de 2011

Christmas Eve


Christmas Eve, o lo que es lo mismo, Nochebuena. Hoy es ese día del año en que los niños están histéricos, los padres estresados, todo el mundo hace y recibe llamadas de teléfono para desear Feliz Navidad y el rey aparece por la tele en sus 10 minutos de gloria anuales. Antiguamente, el protagonismo televisivo estaba repartido entre el mencionado y Rafael, pero creo que ya no. 



Sé que hay mucha gente que lo único que quiere es que estos días pasen pronto, que sea ya 8 de enero, empiecen las clases, se apaguen las luces de Navidad y que nuestros esfuerzos se centren en administrarnos bien para superar ese mes que parece no tener fin. También sé que es más fácil apreciar el encanto de la Navidad cuando eres niño o estás rodeado de ellos y que tal vez sea la época más hipócrita del año, pero para mí siguen siendo especiales. Me encanta que las calles estén iluminadas, hace que nos olvidemos de que se hace de noche más pronto que en cualquier otra fecha. Me fascina la idea de sofá-manta-bebida caliente-película de Navidad mientras fuera está nevando (mi imaginario está muy influido por el cine navideño inglés, con su blanca Navidad). Y también me gusta recorrer tiendas y tiendas en busca de los regalos perfectos, siempre que sean para gente a la que realmente quiero regalar y no meros compromisos. Así que, aquí queda, mi manifiesto en favor de la Navidad.

Y para rematar la jugada, os dejo con un villancico alternativo, de esos molones del estilo Last Christmas, aunque menos explotado.


Por últimísimo, desearos de corazón una feliz Nochebuena y día de Navidad, que no son tan malos si pensáis en lo bueno que tienen estas fechas. Supongo y espero que os hayáis portado bien para que Papá Noel os deje regalos esta noche. Yo he de confesar que la presión de ese momento siempre me hizo rebelarme y, aún sin quererlo, mi comportamiento en los días previos no respondía a lo esperable. 
Feliz Navidad

sábado, 26 de noviembre de 2011

York


Cuando nos planteamos esta reunión previa a la Navidad, barajamos todo tipo de destinos: Oxford, Cambridge, Birmingham, Bath... pero al final decidimos tirar para el norte, montar el campamento base en Sheffield (dada su estratégica localización) y desplazarnos desde aquí a York, que tras quedar clasificada para la gran final con Leeds, resultó ganadora gracias a la insistencia de todos los que ya habían estado allí. Y la verdad es que tenían razón. 

Morimos de frío, eso es cierto. Esos kilómetros más al norte de Sheffield se notan mucho; pero valió la pena. 

Al llegar, nos fuimos directas a la entrada de la City Art Gallery, de donde salía el tour gratuito que organiza la asociación de voluntarios de York. Es en inglés, por si alguien estaba interesado en ir. El nuestro duró unas dos horas y media, pero está muy bien porque te enseñan muchas cosas y te cuentan otras curiosas, como la historia del joven Harry, que vio con sus propios ojos un desfile de soldados romanos sin piernas por lo que anteriormente había sido una calzada. 

Después del tour, tocó tomar algo calentito, para combatir aquellas temperaturas y un nuevo paseo, esta vez a nuestro ritmo, dejándonos guiar por nuestra intuición a la hora de decidir qué calle tomar. Estaban todas a tope de gente con esto del Christmas Shopping, que aquí se toman muy en serio. La verdad es que el ambiente invitaba a ello: un frío día del invierno inglés, próximo a Navidad, en un pueblo de calles estrechitas llenas de tiendas curiosas que invitan a hacerles una visita. También había un mercado que a mí me recordó un montón a las Ramblas: una calle ancha, con puestos a ambos lados y más personas que espacio. 



Para comer, fuimos a Nando's. Era la primera vez que iba y no será la última, porque la verdad es que la comida está súper rica, el pollo me supo ciertamente como el portugués, cuando lo hacen a la brasa. Me gustó hasta el ketchup que le eché a las patatas, que era este de Heinz que tiene una textura más parecida a la salsa de tomate que al ketchup normal y que hacía un montonazo que no tomaba. (En realidad, y aunque a algunos les sorprenda, aquí nunca tomo ketchup! Con eso de que no como en McDonald's, KFC, Burger King y sucedáneos salvo excepciones y que en los supermercados no venden lomo adobado o salchichas decentes a un precio razonable, nunca tomo ketchup).  

Por la tarde, tuvimos tiempo de visitar algunas tiendas de libros, para que Raquel y yo pudiésemos comenzar esa tradición que Paloma nos inculcó, de comprar un libro en cada ciudad que visitemos. A eso de las 4:30 - 5 se empezó a notar una disminución considerable en el número de personas que caminaban por la calle, coincidiendo con la salida de varios autobuses llenos de abuelitos que habían ido a York a asaltar los comercios en busca del regalo perfecto para sus nietos. 

Cuando ya se acercaba la hora de salida de nuestro tren, iniciamos la partida hacia la estación, para tener tiempo aún de beber algo calentito. La estación de York me gustó, me parece grande y diferente. 
De vuelta a Sheffield, paramos para comprar en el Sainsbury's, pero nos vinimos derechitas para casa, para estar a salvo del frío. 

Y después de cenar seguimos la conversación en mi cocina, dándole más uso del que nunca hasta ahora le había dado, me parece a mí. Esta vez, el tema principal fue "el futuro", sobre el que tanto tenemos que discutir. Un día completito, vaya.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Visitas

Hoy llegaron mis primeras visitas y eso hizo que esta semana haya estado muy ocupada, porque tuve que adquirir todo lo necesario para montar el campamento base, que luce así: 

Fue genial ir a la estación a esperarlas, un viernes a las cinco de la tarde, momento de máxima actividad de transportes en este país. Lo divertido es que en mi misma situación estaban tropemil personas: chicos, chicas, jóvenes, mayores... todo el mundo viendo hacia la escalera, que poco menos parecía una pasarela. Especialmente, cuando llegó el tren de Londres, que debía de estar de llenísimo, porque empezaron a aparecer masas de personas... 


Mientras esperaba, me dio tiempo de observar a la gente, que es algo que a mí me encanta. Y el motivo de mi inspección, esta vez, fue la forma de saludarse. La de los chicos, mucho menos afectiva que la nuestra: apretones de manos acompañados de palmadas en la espalda (no sé si me explico), ligeros abracillos y un "Good to see you man". Las mujeres en general, más cariñosas y nosotras en particular... creo recordar que empezamos a "gritar" mientras nos abrazábamos. No en plan quinceañera histérica, pero sí una interjección del tipo "¡Ahhh!" que resumía en una sola sílaba todo el tiempo que habíamos pasado sin vernos y la alegría de habernos vuelto a encontrar. 



Esta vez cumplimos nuestra promesa. Desde que el año pasado por esta época intuímos que este lo íbamos a pasar en UK las tres, dijimos que teníamos que buscar un pub en el que reunirnos periódicamente. Y aquí estamos, un viernes por la noche todas en Sheffield. 

Hoy tocó ruta por el centro, Division y West Street, con parada en el Frog&Parrot para cenar. Asistimos a un concierto en primera fila, el de una chica de la que me gustaba su pintalabios, justo el color que yo tanto busqué por Vigo. De todas formas, puede que el resultado en mí no fuese el mismo, porque ella era la típica inglesa rubita y yo... bueno, a mí ya me conocéis =) Gracias a ella, Paloma descubrió Common People, de la que hablé aquí con anterioridad, y de tanto hablar de ella desde entonces, pasará a formar parte de la banda sonora de este fin de semana.
De vuelta a casa, tuvimos tiempo para ponernos al día con nuestras vidas. Me encantan esos momentos: horas y horas de conversación en las que no consigues contar todo lo fundamental de los últimos meses, porque siempre quedan anécdotas atrás que sirven para crear nuevos hilos al día siguiente. ¿Cuántas veces diremos buenas noches antes de realmente callarnos y empezar a dormir?

Ahora vamos a dormir, que mañana madrugaremos para ir a York. 

domingo, 20 de noviembre de 2011

Sheffield Christmas Lights Switch-on


Ya es Navidad!!!! Para la tienda de los 99 pennies, John Lewis, Debenhams y demás áreas comerciales empezó a serlo justo el día después de Halloween, pero digamos que hoy fue la inauguración oficial. 

A las 5 de la tarde (o de la noche, según la concepción británica del tiempo) una ilustre invitada encendió las luces desde el escenario principal que montaron especialmente para la ocasión. Además, en el balcón del ayuntamiento estaban Papá Noel y un par de elfos (creo) haciendo lo propio. 

Pero la fiesta ya había empezado antes: desde la 1 de la tarde hubo conciertos, atracciones para los niños, mercado... y estaba el centro a topísimo de gente. Lo que más había eran carritos de bebé y eso hacía prácticamente imposible caminar, o quedarte parado en algún sitio, ¡porque siempre molestabas a alguien!

Yo llegué tarde, a eso de las 5 menos veinte, porque tuve muchas cosas que hacer antes, pero aún pude ver algún concierto y coger buen sitio delante del árbol grande. Éramos un grupo de unas diez personas y estábamos allí, todos emocionados esperando a que las luces se encendiesen, sacando fotos y grabando... 


Y ya lo último que me queda por hacer en esta entrada es desvelar la identidad de la persona encargada de encender las luces... alguien a quien no pensaba ver en directo en Sheffield, pero fíjate tú, lo que es la vida...

Aquí va su foto



Sí, señores, Mel C. La Spice deportista fue la celebridad encargada de pulsar el botoncito... ¿Quién me iba a decir a mí, que más de diez años después de comprar mis primeras Super Pops para tener el póster de las Spice Girls, iba a ver a una de ellas en directo? No sé cuánto pudo haber cobrado por esto, pero el trabajo no la mató, porque ni dio un concierto en condiciones. Cantó dos cancioncillas que no creo que el vulgo conociese y ¡hala! de vuelta para Londres.

Así que para que esta entrada de hoy tenga un toque musical más allá de la presencia de Mel C, cierro con el primer villancico que canté este año, en inglés y siguiendo la letra en las pantallas gigantes que había por la calle. Merry Christmas!



sábado, 19 de noviembre de 2011

Sábado

Hoy tuvimos un día soleadísimo aquí, así que para aprovecharlo un poco, volví a ir a Endcliffe Park. La verdad es que entre unas cosas y otras salí tardísimo de casa y con eso de que el sol se pone a las 16:03 (informaciones de la BBC), digamos que no aproveché las horas de máximo esplendor, pero aún así estuvo bien. Endcliffe Park está al final de una calle de tiendas y pubs que se llama Ecclessall Road, que no sé si es de estilo Victoriano, o Eduardiano o lo qué, pero no tiene edificios grandes, sino casitas particulares adosadas. Es como un barrio de ricos de antaño, supongo. A mí pasear por ella me da una sensación muy decimonónica. 


La verdad es que me costó salir de casa porque no sabía adónde ir. No tenía claro si prefería Endcliffe o Weston Park. Al final acabé decidiéndome por el primero porque está más lejos, y eso me iba a obligar a caminar (y caminando podía desagastar todo ese chocolate delicioso al que estoy tan enganchada). 
Endcliffe Park es un parque muy familiar. Va muchísima gente con sus niños, para los que incluso tienen montados unos hinchables. También hay un parque infantil, pero en comparación con Castrelos o el Castro, es caquita. Hay zona boscosa, un lago, una ruta para bicicletas... pero a mí lo que más me gusta es la zona de "prado". En donde está la cafetería, hay toda una extensión de césped que la gente utiliza para jugar al fútbol. ¡Incluso los Arctic Monkeys! A mí también me entran ganas cuando lo veo... 


Al volver, fui a The Bowery a tomar algo con mi compañera de piso. Ninguna de las dos habíamos estado antes, y la verdad es que el sitio mola. Tiene una estética muy indie, con cierto punto vintage pero con mucha ilustración y grafiti actual. Y hay un montón de fliers!!! :D De la música no puedo hablar porque hoy había conciertos, pero me lo puedo imaginar. La gente, súper indie. Es la primera vez desde que estoy en Sheffield que voy a un local con gente de ese estilo y me sorprende porque pensaba que aquí iban a ser todos así. La moda del lugar se puede describir como: pantalones pitillo, parkas, camisas tipo leñador, gorros, camisetas con print... ¡hasta las Converse tenían cabida! Y eso aquí es muy extraño, porque la mayoría de las chicas no las llevan; llevan botas tipo Ugg, botas normales o sandalias! 




Por cierto, para quien no lo sepa, The Bowery es el local del ex-Arctic Monkey Andy Nicholson y del batería Matt Helders. De ahí la foto, que es de una fiesta que dieron por un cumpleaños, por lo visto. Según parece, es fácil encontrárselos ahí y estos días además andan por Sheffield, pero nosotras no los vimos. 

Para que este post tenga algo de música, por eso de que es fin de semana, aquí va una canción de los Strokes (Barely Legal) que me encanta y que tal vez no sea de las más míticas. La pongo porque uno de los grupos que tocaban hoy en The Bowery tenía una canción que me recordaba un montón a esta:



Y de bonus track, otra canción de The Cults, a los que ya nombré anteriormente, y que tocaron en The Bowery poco antes de yo venirme.



Espero que hayáis tenido una feliz jornada de reflexión.

viernes, 18 de noviembre de 2011

University of Sheffield

Perdón por la tardanza. Debería haber actualizado hace mucho, pero tengo dos buenas excusas: trabajo y resfriado. 

Esta semana fue especialmente intensa en cuanto a preparar clases se refiere. Tuve que hacer cartitas de deportistas españoles y sus correspondientes deportes para el Spanish Club, preparar ejercicios sobre alcohol y drogas, sobre la familia, las nuevas tecnologías, una presentación sobre las diferencias entre los colegios españoles e ingleses... Recorté tantos recuadritos, que me hice una herida en el dedo, la marca de las tijeras. 

En cuanto al resfriado, no fue nada grave. Ni siquiera estoy segura de haber llegado a tener fiebre, aunque por momentos me daba la impresión de que mi cara ardía. Creo que el trance de tragar el ibuprofeno mereció la pena, after all.
Hoy volví a quedar con Will, un inglés de Newcastle que el año pasado fue auxiliar de conversación en Ponteareas y que seguramente el año que viene lo vuelva a ser en algún otro lugar de España. Me enseñó toda la University of Sheffield, que es para flipar en colores. Está en la parte alta de la ciudad, en la cima de una colina, y es enorme.

De entre los miles de edificios viejos y nuevos, bonitos y feos que tiene, hay que destacar tres cosas:


En medio del campus hay una iglesia muy antigua, que actualmente se utiliza como aula para clases numerosas. Sí, sí, habéis leído bien: AULA y para clases que no son de catequesis. En realidad esto no es más que la muestra de la concepción que aquí tienen de la iglesias, que no tiene nada que ver con España. Aquí las iglesias tienen cafetería, organizan mercados vintage y dan clases de bailes exóticos. Igualito que lo que se ve por ahí abajo.


El edificio de arquitectura, que debe de ser sino el más alto, el segundo de toda la ciudad, tiene un ascensor que no para nunca; esto es, es un cajón que sube y baja sin parar y al que tú tienes que saltar para entrar y para salir. Lo probamos por la gracia de que yo nunca había visto nada igual, pero la verdad es que me da bastante mal rollo. Es claustrofóbico, porque es super pequeño, pero además tienes muy poco tiempo para saltar. En el suelo, tienes unas lucecitas que, para avisarte de que es el momento de saltar, se ponen verdes, pero ni así. Por lo visto, al principio del curso el asunto va lento para que los nuevos se acostumbren y a medida que va avanzando el año, la velocidad aumenta. Si venís a visitarme tal vez os pueda llevar a verlo, pero me pensaré dos veces lo de montarme.



La Union. Esto ya no sé cómo describirlo. Creo que hay que verlo para creerlo. Aquí la universidad es como las iglesias, se concibe de forma diferente: vienes a ella a estudiar, pero también a desarrollar tus intereses, gustos y aficiones. Puede parecer que en España también es así, pero hasta donde yo sé, no tiene nada que ver. La Union es la asociación de estudiantes, y es algo tan sumamente importante, que tiene edificio propio. Y no es un edificio cualquiera, es un macroedificio donde hay cabida para un cine, dos o tres caferterías de verdad (no cantinas de tercera como en la Uvigo), sala de ordenadores, tienda de merchandising, supermercado, restaurantes... La taquilla para las entradas de cine, viajes, espectáculos varios no es una mesa en medio de un pasillo, es una taquilla de cine de verdad, bastante mejor que la de los cines Norte. Se supone que la Union es un lugar de reunión para los estudiantes, adonde vas no solo a encontrarte con tus amigos, sino también a disfrutar de tus aficiones. Porque esa es otra: tienen instalaciones, ofrecen eventos y además tienen las societies, que son como clubs de estudiantes, de cualquier cosa. Por lo visto, puedes crear una society de lo que te de la mismísima gana si consigues reunir a 15 personas y pagar una pequeña cuota al principio de curso. Después solo tienes que organizar actividades relacionadas con el tema que hayas escogido. En mi opinión, con este sistema es imposible que los estudiantes no formen parte del mundo universitario, porque siempre vas a tener algo que te interese... El cine, por ejemplo, es unas cinco libras más barato y tienes la opción de sugerir películas que quieres que se proyecten. 

En resumen, flipante. Aún no consigo entender cómo no se me metieron moscas en la boca con tantas veces como la abrí de asombro. 

domingo, 6 de noviembre de 2011

Música de la semana

No creeríais que el Ai se eu te pego iba a ser mi recomendación musical de la semana, ¿no? Bueno, en cierto modo, pasará a formar parte de la banda sonora de mi año en Sheffield... por su popularidad, digo, no porque yo la escuche realmente.    

Pero vamos a lo que nos importa. Cuando me vine para aquí, le prometí a mi hermana que cada semana le pondría alguna canción que estuviese escuchando, que hubiese descubierto, etcétera, para no perder esa costumbre que teníamos de yo cantar una canción un montón de veces y ella acabar aprendiéndosela y gustándole (véase Lights and Music, de Cut Copy o Santa María da Feira, de Devendra). Aquí van mis dos canciones de hoy: 

Second Chance, de Peter, Bjorn and John


Esta canción aparece en la banda sonora de El arte de pasar de todo, en la que actúan la sobrina de Julia Roberts y el niño Peter de Descubriendo Nunca Jamás; pero yo la conozco sobre todo por una nueva serie que estoy viendo, Two Broke Girls, que protagoniza la Norah de Nick y Norah's infinite playlist (no voy a dar el título en español, de horrible que me parece).

Peter, Bjorn y John son un grupo sueco formado por Peter, Bjorn y John (originales con el nombre) y que se dieron a conocer internacionalmente con su canción Young Folks, que todos conocéis:


You! Me! Dancing!, de Los Campesinos
El nombre puede confundir, pero Los Campesinos son galeses. En realidad esta canción ya la conocía en verano, pero me había olvidado de ella, y gracias a los vídeos relacionados de Youtube, en concreto los que salían al ver Second Chance, la recordé y vuelvo a escucharla.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Bonfire Night


La de cosas nuevas que aprendes cuando vives en un país extranjero. Yo no tenía ni idea de que esto existía, pero hoy en todo el Reino Unido se celebra la Bonfire Night (Noche de las Hogueras). No me quedó muy claro si fue día festivo o no, con eso de que aquí las tiendas abren siempre y más, pero en todo caso fue un día especial. 

Los que hayáis leído/visto V de Vendetta, sabréis de que va el asunto, pero como no era mi caso, yo tuve que echar mano de amigos expertos y, como no, de la Wikipedia. 


Resulta que el 5 de noviembre de 1605 un grupo de católicos liderados por Guy Fawkes (el Bonfire Night también se conoce como Noche de Guy Fawkes) intentó volar el Palacio de Westminster (sede del Parlamento) en Londres. Para celebrar la salvación de su rey, Jacobo I, los londinenses lanzaron fuegos artificiales por toda la ciudad.

El "pobre" Guy Fawkes se debe de retorcer en su tumba cada 5 de noviembre, porque ya no solo es que no pudiera cumplir su cometido y que cuatro siglos después se siga celebrando anualmente su fracaso, sino que además este se celebra con pólvora, que era lo que él iba a utilizar para acabar con el rey.

Existen rimas, incluso, que recuerdan este día: 

Don't you Remember,
The Fifth of November,
'Twas Gunpowder Treason Day,
I let off my gun,
And made'em all run.
And Stole all their Bonfire away.

(¿No recuerdas el cinco de noviembre? Era el día de la traición de la Pólvora. Yo disparé mi pistola, y los hice salir corriendo a todos y les robé toda su pólvora). 


En cuanto a la celebración a día de hoy, ves fuegos artificiales por todos lados. La gente los lanza en sus casas, los pubs organizan veladas especiales ¡y creo que hasta pueden cerrar más tarde! Nosotros, en concreto, fuimos a un pub que está al otro lado de la ciudad, en donde yo nunca había estado, que organizaban una barbacoa y lanzaban fuegos también. Después, estuvimos en un pub que se llama The Washington, bailando swing y música de los años 40-50. 


Por la tarde, antes de marchar, tuve sesión de cine, que con el día tan triste y oscuro que estaba, me apetecía ver una peli en casa, calentita . Vi Chocolat y claro, no lo pude evitar, comí chocolate.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Ai se eu te pego

Aunque esta entrada vaya con fecha del viernes, en realidad la estoy escribiendo el sábado, porque ayer llegué demasiado tarde como para ponerme a escribir. Digamos que tuvimos noche de chicas (aunque hubiese un chico entre nosotras) porque la podemos resumir así: pizza + película + chocolate caliente + juego de bailar de la Wii. 

La película era una comedia romántica de bodas, The Wedding Date, perteneciente a la colección de cine romántico de la dueña de la casa. El argumento simple y común, pero las localizaciones... Londres y la campiña inglesa, nada mejor para la ocasión. 

A lo de la Wii no jugué básicamente porque estaba tan cansada que pensar en levantarme de aquel sofá hacía que el cuerpo me doliese más aún, pero la próxima semana en principio repetimos y tengo a Blondie con Heart of Glass y The Caesars con Jerk it Out esperando por mí :) 

Con respecto a la colección de cine de Claire, ya que estamos, voy a comentar brevemente algunas de las cintas: 


1. Dirty Dancing (la original): Un clásico que solo vi entero por primera vez el año pasado, con una banda sonora que engancha y un argumento sin complicaciones, pero es de esas películas que te gusta ver de vez en cuando.

2. El Diario de Noah: Lo siento, pero yo esta película no la trago. No la vi entera (me falta parte del principio), pero tampoco tengo intención de verla otra vez. Sé que a todo el mundo le encanta, le parece preciosa y les hace llorar, pero yo no me cuento entre ellas. 

3. 50 primeras citas: Esta es mortal. La vi hace un par de años y recuerdo haber llorado de la risa con el hermano zarabeto y ciertos momentos. No es una película trascendental, ni mucho menos, pero maravillosa para pasar un rato divertido.

4. The Holiday: Ambientada en los Ángeles e Inglaterra, es la mítica película para ver en Navidad. Jude Law cunde bastante, pero la nieve y ese ambiente navideño inglés que a mí me encanta molan más. 


Bien, hasta aquí la crónica de mi noche de viernes, pero el título de esta entrada no tiene nada que ver con ello. Aunque esté lejos de Vigo y bastante descolgada de algunas cosas, me sigo enterando de otras. Gracias a los estados de Facebook, supe que esa canción brasileira está de moda ahí abajo y que, según me contó Youtube, gran parte de la culpa deben de tenerla Marcelo y Cristiano Ronaldo, que se arrancaron a bailarla después de haber marcado un gol. Por cierto que al primero se le nota la sangre brasileira que corre por sus venas, porque hace la coreografía mucho mejor que CR. De verdad, no sé que tiene esa gente en el cuerpo, pero les es tan fácil moverlo... Aún me acuerdo de cuando estaba en Porto, una brasileira que conocí, que un día hablando en medio de la calle, sin más, dijo que echaba de menos poder ir a bailar samba a los sitios, y así, con toda la facilidad del mundo, se arrancó allí unos pasos que a mí me hubiesen supuesto un esfuerzo grandísimo.


Y ya que estamos hablando de música brasileira, voy a aprovechar para daros a conocer (o recordaros, los que ya me la hayáis escuchado cantar) una canción que me recuerda infinitamente a mi Erasmus en Porto, porque fue ese año cuando la conocí, porque la escuchábamos siempre que íbamos al Feup Café y porque se la cantábamos a Ana Júlia a todas horas. Parece mentira, pero de esto hace ya tres años. 
 
 

jueves, 3 de noviembre de 2011

Frases divertidas

...Y ya estamos a jueves. ¡Es una locura cómo pasan de rápido las semanas! Esta fue bastante entretenida, con trabajo, pero también con tiempo para irme de paseo o celebrar cumpleaños. En el cole muy bien también: tuve días de no parar, pero todo el tiempo que invertí en hacer los ejercicios mereció la pena. Digamos que los niños ya pasaron la fase de "me da vergüenza hablar con la nueva" y ya empiezan a contarme cosas o a preguntarme si para mí también fue difícil estudiar inglés (se sienten reconfortados cuando les digo que sí).  

Pero de lo que quiero hablar hoy es de frases graciosas:


La primera de ellas, es de esta misma mañana, de una clase que tuve con el Year 11 (15 años). Estaban haciendo en grupos de tres un ejercicio que les había mandado su profesor sobre descripción de ciudades (¿cómo es tu ciudad?, ¿qué hay en tu ciudad?, ¿qué es lo mejor y lo peor de tu ciudad?), pero en realidad no tenían que describir el lugar donde viven sino el que aparecía en unas fotos que les habían repartido. A uno de los grupos, todos chicos, le tocó una foto de las favelas de Río y así fue como empezaron su redacción: "Vivo en un barrio de chabolas de Río de Janeiro. En mi opinión, es muy similar a Liverpool porque hay muchas contaminadas". Obviando el "muchas contaminadas" que a los pobres la distinción entre sustantivos y adjetivos los trae por el camino de la amargura, cuando pasé por su mesa y lo leí empecé a reírme como una idiota. Me pareció súper divertido, entrañable y una muestra de gran imaginación. Lo esperable hubiese sido que dijesen "En mi opinión hay mucha contaminación", pero nunca hubiese pensado que iban a hacer una comparación con Liverpool. ¡Qué grandes!



Las que vienen ahora no son frases que pertenezcan a redacciones del cole, sino que me las dijeron personas inglesas cuando se enteraron de que era española. Es esa típica situación en la que conoces a alguien y cuando te dice que es extranjero, empiezas a recitarle todas las palabras que sabes en su lengua. Las típicas son "hola", "adiós" y "muchas gracias" o sus variantes pragmáticas "eres muy guapa" y "¿quieres salir conmigo?", pero también te puedes encontrar casos como estos:


Jueves por la noche en pub muy tradicional al que en España llamaríamos "bar de viejos". El camarero nos ve entrar y cuando vamos a pedir se da cuenta de que somos españoles. Después de  contarnos (en inglés) que había estado trabajando en Mallorca hace mil millones de años... ¿qué nos dice? ¿Hola? ¿Qué tal? ¡No! Nos suelta: "Dos cubalibres por favor". Y ese no fue el único momento. Tiempo después, contándoles a sus amigos que éramos españoles, en medio de nuestra conversación escuchamos: "Dos cubalibres por favor".

Pero tal vez la más original de todas las frases que los ingleses me han dicho hasta ahora sea la de uno de los muchos profesores de gimnasia que hay en el colegio. Sus conocimientos de español se reducen a: "Hola, ¿qué tal estás? No tengo dinero, mi amigo pagará por mí". A eso se le llama inteligencia y lo demás son tonterías. 

lunes, 31 de octubre de 2011

Halloween

Ahora mismo debería estar preparando un ejercicio sobre el tabaco para mañana, pero estoy tan sumamente cansada que hasta me duelen los dedos al pulsar las teclas. Ni siquiera sé cómo puedo estar escribiendo esto... ¡¡es que me cuesta hasta respirar!!! Quiero dormir, dormir y dormir y será lo que haga en escasos minutos; pero me siento en la obligación de hacer una entrada en el día de Halloween. 



Cuando yo era pequeña, no teníamos Halloween. Ni siquiera había concursos de calabazas en los colegios o fiestas a las que ir disfrazados. Nos confomábamos con estudiar el vocabulario típico en la clase de inglés y nos torturábamos viendo El retorno de las brujas y los especiales de los Simpsons. De todas formas, podría decirse que yo era consciente de que aunque Halloween existiese en España, no iba a ser tan entrañable como lo es las películas americanas. Después de ver a los niños recorriendo calles y vecindarios llenos de casas unifamiliares de dos pisos, caminando por el medio de carreteras sin coches e invadiendo jardines ajenos, no sería lo mismo ir a pedir caramelos a los bloques de Fenosa o a lo largo de la Travesía, siempre tan frecuentada. Pierde encanto. Es como cuando Daniel el Travieso jugaba al escondite una noche de verano en su barrio. Eso en mi zona no es factible: no podemos ir a escondernos al jardín del vecino, ni nuestros padres pueden estar jugando a las cartas en el porche mientras controlan que no nos pase nada.


Me desvío del asunto. Halloween. Aquí se celebra. Los ingleses pueden decir que no es tan importante como en los States, pero se celebra. Las discotecas organizan fiestas de disfraces todo el fin de semana (y hoy también, a pesar de ser lunes); en Sheffield se celebra la Fright Night (que básicamente es una fiesta como la de Bouzas, con atracciones y puestos de comida por todo el centro, pero donde algunos padres y muchos hijos van disfrazados). Pero lo mejor de todo, sin duda es... que los niños van a "trick or treat!" Esto que siempre vemos en la tele, que van casa por casa diciendo "truco o trato", aquí pasa. Y hoy había un montón de estados de Facebook de extranjeros que viven este año aquí diciendo que estaban sorprendidos porque les habían ido a pedir caramelos. Es tan divertido...

En cuanto a mi día, hoy fue de locos. Un no parar desde que me levanté hasta ahora: imprimir materiales para las clases, preparar todo, Spanish Club (temática Halloween) a la hora de la comida, reuniones con profesores, clases, clases, viajes de autobús, paseos cargada por el centro para comprar mi pase de transporte, cenar, quedar con los auxiliares para celebrar dos cumpleaños, volver a casa y morirme de cansancio. Pero fue de esos días que valen la pena: a mi profesor le gustaron mis ejercicios sobre la familia, los niños empiezan a no mirarme con cara de odio porque les hablo en español (hoy hasta hubo unas niñas que me preguntaron si a mí me había sido difícil aprender inglés, y eso es muy grande, porque nunca me dicen nada más allá de "hola", "¿qué tal?", "gracias" y "adiós"). Por último, el momento tarta con tropemil velas y la conversación posterior fueron muy divertidas. Un día completito, vaya. 


¡Ah, es verdad! Durante nuestro tiempo en el pub, un inglés-semicatalán (pero más inglés que catalán, creo) alabó mi pronunciación (en realidad dijo: ¿cómo es que hablas tan bien inglés siendo española, que no dices "a janster in de jause"?). Eso me gustó, pero también me dijo que tenía pronunciación americana ¡y no quiero tener pronunciación americana!  En fin... "still need to work on that".

HAPPY HALLOWEEN. 

sábado, 29 de octubre de 2011

Pulp


Hoy, sábado, toca día de post musical dedicado al otro gran grupo de esta ciudad, Pulp. Pues sí, pues sí, en Sheffield había vida musical antes de los Arctic Monkeys y buena muestra de ello es esta banda del Britpop, que se formó a finales de los años 70, pero que triunfó especialmente en la década de los 90. 

Pulp está liderada por Jarvis Cocker, definido por la Wikipedia como "carismático líder, uno de los estandartes del Britpop". El vídeo de presentación de su página web es grandioso, y da buena cuenta de la originalidad de su persona. Podéis verlo aquí.  

Los motivos por los que les dedico la entrada de hoy son varios: 

En primer lugar, porque son parte de Sheffield y de la historia de Sheffield y uno de los pilares de este blog es, precisamente, hablaros de todos los aspectos de esta ciudad, para que conozcáis el lugar donde vivo tan bien como si hubiéseis estado aquí.


Un segundo motivo es que Common People ha formado parte de mi terapia de esta semana contra el enganche a los Arctic Monkeys que, por cierto, va por buen camino.


Y, por último, porque el jueves estuve a puntito a puntito de ver a Jarvis Cocker en vivo y en directo. Resulta que el hombre escribió un libro (Mother, Brother, Lover) con una recopilación de las originales letras de sus canciones y el jueves firmaba ejemplares en una librería de Sheffield, como parte del festival de lectura y escritura Off the shelf, que se celebra aquí todos los años en octubre. Yo decidí que quería ver cómo era Jarvis en directo y pensé: "Si voy a echar un vistazo a la librería mientras el hombre firma libros, lo podré ver aunque sea por en medio de la gente", pero no contemplé la variable horario-de-cierre-de-las-tiendas-en-inglaterra. 


El anuncio ponía: "Tonight, 5:30, book signing Mother, Brother, Lover" lo que ya es gracioso de por sí, porque eso de que se refieran a las 5:30 como "esta noche" para mí es completamente nuevo. La cuestión es que la hora de cerrar es a las 5, por lo que la firma de libros se iba a hacer fuera del horario de atención al público, algo a lo que tampoco estoy acostumbrada, y por eso pensé que iba a poder revolotear allí sin necesidad de comprar el libro. Sin embargo, un empleado de Waterstones se encargó de informarme de que si no estaba con nadie de la cola, no podía estar allí, porque estaban cerrados. El chico muy majo, pero eso no evitó toda la vergüenza que sentí al ser la única que tuvo que marcharse. En fin... cosas que pasan. 


¡Ay! Última cosa, que se me olvidaba. Ya os hablé de Common People y de que las letras de Jarvis Cocker (y él mismo) son muy originales, pero no me referí al contenido de la canción. Pues bien, trata de una chica rica que quiere vivir como la gente normal, hacer lo que la gente normal hace y dormir con gente normal "como tú", le dice al chico. Entonces él, para  hacerla sentir como alguien común, la lleva al supermercado y le dice que haga como que no tiene dinero. Al final, él se da cuenta de que ella nunca podrá ser como la gente normal, por mucho que le parezca cool.

viernes, 28 de octubre de 2011

Bakewell

Hoy me fui de excursión. Bueno, en realidad debería decir: "Hoy me fui de excursión por primera vez desde que estoy aquí". O mejor: "Hoy me fui de excursión fuera de Sheffield por primera vez desde que estoy aquí en un coche inglés". 

Pues sí. Fuimos a Bakewell, un pueblecito que creo que ya no pertenece a Yorkshire, sino a Derbyshire, aunque me dio la impresión de que la gente de allí considera que es todo lo mismo. 



El pueblecito es muy mono, con su iglesia en la cima de una colina, sus casas de piedra lavada, los patios internos, salones de té, un río y un montón de caminantes procedentes de alguna de las rutas de senderismo que hay en el Peak District (del que se erigen como capital). 


NOTA: Las fotos no son muy buenas, pero las saqué un poco a correr. En cuanto me pasen más, igual puedo poner alguna mejor y si no, buscáis cómo es el sitio en internet :P

Lo importante es que Bakewell es conocido, sobre todo, por dos postres típicos: la Bakewell tart y el Bakewell pudding (como véis, los que los crearon fueron muy originales con los nombres). La primera es una tartaleta de hojaldre con mermelada y relleno de almendra y el otro lleva hojaldre, huevo y relleno de no sé qué cosa. Os pongo fotos y veréis que son diferentes:


Bueno, en realidad en las fotos no se distingue bien la diferencia, pero creedme, que vi los dos en vivo y en directo y son diferentes.

La inglesa que nos llevó nos dijo que las tarts son mejores que el pudding, pero que el pudding solo se puede comer en Bakewell, es la única zona donde se encuentra. Las tarts, por el contrario, las vende incluso en los supermercados (no las artesanas, claro, sino unas más rollo industrial). Anyway, ayer las vi en el Asda y pienso comprar un par de cajas para llevar a Vigo en Navidad y que las probéis (no son las auténticas, pero os pueden dar una idea de cómo saben en realidad). 

Además de conocer dos nuevos postres ingleses, ayer aprendí más cosas, por ejemplo:

Un bebé que "nace con una cuchara de plata en la boca", es un bebé pijo, de buena familia, que nace rodeado de privilegios y oportunidades. El origen de este dicho está evidentemente en el hecho de que la plata es un metal precioso y que las cucharas son objeto de regalo frecuente a los recién nacidos. A su vez, la costumbre de regalar cucharas de plata a los bebés está en que este metal elimina todos los restos de bacterias, previniendo el contagio de enfermedades. De hecho, en tiempos de la peste, los ricos se salvaron más que los pobres, entre otras cosas por comer con cubertería de plata. 

Si en español para decir "estar desnudo" recurrimos al momento de la creación y metemos a Dios en medio "como Dios nos trajo al mundo", en inglés se refieren al nacimiento y a la ropa que llevábamos en ese preciso instante (véase ninguna) y dicen "to wear your birthday suit" o "in your birthday suit" ("llevar el traje de tu nacimiento"). 

Ahora también sé que "an apple a day keeps the doctor away" (una manzana al día mantiene lejos al médico) y que en la época victoriana crearon un impuesto para el número de ventanas que tenían las casas, por lo que mucha gente tapiaba algunas de las que tenía para pagar menos. De todas formas, esto de la época victoriana me tiene muy intrigada, por lo que me dedicaré a investigar en los próximos días sobre ello y más adelante tal vez le dedique una entrada específica a elllo. Por lo pronto, una búsqueda en imágenes Google de casas victorianas da resultados como este: